Gracias a la investigación científica contamos con todo un abanico de opciones que contribuyen al diagnóstico, la cura o el control de la enfermedad y a mejorar la calidad de vida.
En Argentina se detectan entre 15.000 y 20.000 casos nuevos cada año. Es el cáncer que causa más muertes en la población femenina.
La demora en el diagnóstico reduce las posibilidades de sobrevida, a pesar de que ahora hay una amplia variedad de tratamientos que se han desarrollado a través de la investigación científica y evaluado en estudios clínicos, como las terapias hormonales, los tratamientos dirigidos, los biológicos y la inmunoterapia.
Para indicar el tratamiento del cáncer de mama, se tiene en cuenta el estado de salud de cada paciente, el tipo de tumor, su etapa y grado, su tamaño, si las células cancerosas son sensibles a las hormonas y en algunos casos es necesario el análisis de biomarcadores presentes o ausentes en estas células..
Las cirugías, la radioterapia y el tratamiento farmacológico (bien sea con la quimioterapia tradicional o los de innovación) están entre los tratamientos convencionales del cáncer de mama. En la actualidad, se hace un perfil de cada paciente al considerar la biología de sus células tumorales y se puede indicar alguno de los tratamientos más recientes, aquel que el médico considere brindará el mayor beneficio y el menor riesgo a la paciente.
Cuando las pacientes tienen tumores con receptores hormonales positivos para estrógenos y progesterona, se habla de “tumores hormono-dependientes u hormono-sensibles”. Representan el 66% de todos los casos de cáncer de mama. Son más característicos de las mujeres después de la menopausia. Para ese tipo de tumores, hoy se indican las terapias hormonales, que impiden que las células cancerosas obtengan las hormonas que necesitan para seguir creciendo.
En el 25% de los casos de cáncer de mama, las células tumorales de las pacientes tienen el receptro proteico HER2 sobreexpresado y no contienen receptores para las hormonas (estrógenos o progesterona). Para este tipo de tumores, se indican terapias dirigidas hacia el receptor HER2, específicamente diseñadas para bloquear el crecimiento y propagación de las células cancerosas. Actúan de forma diferente de la quimioterapia, que ataca a todas las células.
Además, hay tumores de mama que se clasifican como “triple negativos”. Esto ocurre cuando las células tumorales no poseen receptores para hormonas (ni estrógenos ni progesterona) ni tienen sobreexpresión del receptor HER2. Su incidencia es mucho más reducida: suponen el 15% aproximadamente de todos los cánceres de mama. En estos casos, además de la quimioterapia, se puede indicar terapias dirigidas o inmunoterapia. Ésta última ayuda a que el sistema inmune detecte a las células tumorales y las controle.
Para una detección temprana del cáncer de mama, el Instituto Nacional del Cáncer de la Argentina recomienda que todas las mujeres de 50 a 69 años (que nunca hayan tenido enfermedades en las mamas ni antecedentes familiares) se realicen una mamografía al menos cada dos años junto a un examen físico de los pechos por parte de un profesional de la salud.
Para las mujeres de 50 años como las mayores de 69 años (sin enfermedad previa ni antecedentes familiares), se aconseja consultar con el médico acerca de la conveniencia de hacer o no una mamografía. En los casos de mujeres con antecedentes familiares de cáncer de mama, deberán decidir con su médico cuál es el momento adecuado para comenzar con los controles.
Plan Nacional de Control del Cáncer (2018-2020) http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000001548cnt-plan-nacional-control-cancer-2018-22.pdf. American Cancer Society: https://www.cancer.org/es/tratamiento.html
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