Se estima que la subvariante de Ómicron BA.2 es más contagiosa que la versión original.. La OMS recomienda mantener un monitoreo estricto.
A fines de 2021, los científicos descubrieron la variante Ómicron del virus SARS-Cov-2, identificada por primera vez en Botsuana y Sudáfrica gracias a su distintiva combinación de más de 50 mutaciones.
Ante la evidencia de una mayor transmisibilidad y casos más graves de enfermedad, entre otras características, la clasificaron como “variante preocupante”. Se supo que su linaje ya constaba de tres subvariantes genéticamente diferentes (BA.1, BA.1.1 y BA.2), cada una con su propia serie de mutaciones peculiares.
En ese momento, la subvariante BA.1 era la más común: se propagó por todo el mundo más rápido que otras variantes y fue casi la única responsable del asombroso repunte de casos de Covid-19 ocurrido en gran parte del mundo entre finales de 2021 y comienzos de 2022.
Luego pareció comenzar a retroceder y, paralelamente, en varios países los cuidados de prevención social -como el uso del barbijo y el distanciamiento en los espacios interiores- comenzaron a relajarse.
Otra vez aumentan los casos
En ese contexto, la subvariante BA.2 dio otro golpe: los casos volvieron a subir y los expertos afirman que la pandemia aún no terminó. La Organización Mundial de la Salud (OMS) inició una vigilancia estrecha de este sublinaje y pidió a los países que no bajen la guardia.
El número de casos está aumentando en 18 de los 53 países del área europea de la OMS, según informó el organismo. También están creciendo en Estados Unidos: en marzo la BA.2 representó más de un tercio de los contagios de Covid-19 en el país, según el rastreador de variantes de los Centros para el Control de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés). China es otro frente de batalla: está registrando más de 5.000 casos diarios, la cifra más alta de positivos desde el inicio de la pandemia en el año 2020.
En tanto, si bien los registros de positividad son bajos, en Argentina, investigadores del Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2 (PAIS) confirmaron el 22 de marzo pasado la presencia de esta versión del virus en muestras de la Ciudad de Buenos Aires.
Más contagiosa y ¿más peligrosa?
La variante Ómicron resultó ser una paradoja: era muy contagiosa, pero, a diferencia de las infecciones producidas por la variante Delta, en promedio, era menos probable que la infección por sí sola diera lugar a un caso grave de Covid-19.
Eso ocasionó que muchas personas contrajeran una infección leve de Ómicron, pero no significó que la ola haya sido “leve”: se contagiaron muchas más personas que nunca antes, lo que provocó una alarmante cantidad de hospitalizaciones y decesos.
Especialistas de distintos países observaron que hay varias razones por las que Ómicron resulta menos grave: tanto las vacunas como las infecciones por variantes anteriores le dieron a la población defensas inmunitarias que evitan que la enfermedad se salga de control. También se descubrió que Ómicron es menos virulenta que otras variantes y causa un daño menor a los pulmones.
“Debe ser monitoreada más de cerca”
Pero nuevos experimentos de laboratorio realizados en Japón muestran que BA.2 puede tener características que la hacen tan capaz de causar enfermedades graves como las variantes más antiguas de Covid-19, incluida Delta. También indica que parece escapar en gran medida a la inmunidad creada por las vacunas y es resistente a algunos tratamientos, incluido el sotrovimab, el anticuerpo monoclonal que se usa actualmente contra Ómicron.
Estos hallazgos fueron publicados a mediados de febrero en el servidor bioRxiv, antes de la revisión por pares y de su publicación en una revista médica. Se trata del estudio preliminar “Virological characteristics of SARS-CoV-2 BA.2 variant” realizado por la Universidad de Tokio.
Los investigadores infectaron a hámsteres con las versiones BA.1 y BA.2: los animales infectados con BA.2 se enfermaron más y su función pulmonar fue peor. En muestras de tejidos, los pulmones de los hámsters infectados con BA.2 tenían más daño que los infectados con BA.1.
Uno de los investigadores del estudio, Kei Sato, argumentó que estas conclusiones iniciales prueban que la subvariante BA.2 no debe considerarse un tipo de Ómicron y que “debe ser monitoreada más de cerca”. Sin embargo, hay voces científicas que sostienen que no se sabe si los hámsteres son un buen modelo para usar de referencia con los seres humanos.
Así las cosas, los expertos no tienen hoy la respuesta a la incógnita de si una nueva ola importante de Covid-19 está en el horizonte a nivel mundial, ni que haya motivo de preocupación inmediata. Más bien, creen que es hora de estar atentos y actuar de manera preventiva.
Organización Mundial de la Salud (OMS) / Estudio preliminar “Virological characteristics of SARS-CoV-2 BA.2 variant” realizado por la Universidad de Tokio y publicado en el servidor bioRxiv / Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) / Proyecto Argentino Interinstitucional de genómica de SARS-CoV-2 (PAIS)