En caso de quemaduras, lavar la zona con agua fría y concurrir al servicio de emergencia más cercano. Niños y niñas suelen ser las principales víctimas.
Si bien cada vez existe mayor conciencia sobre los peligros que acarrea su uso y cómo los estruendos afectan a las personas y a las mascotas, la celebración de las fiestas de Navidad y Fin de Año animan a muchas personas a tirar bengalas, estrellitas, cañitas voladoras, petardos y fuegos artificiales.
Especialistas en emergencias explican cómo hacerles frente a las consecuencias de esta práctica que puede provocar quemaduras, problemas auditivos y lesiones en manos, rostro y ojos de por vida.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) informan que niños y niñas representan una porción desproporcionadamente grande de las personas lesionadas por pirotecnia: son cerca del 50% de las víctimas y el grupo de 10 a 15 años es el más afectado.
“Los menores –afirman– no pueden entender el peligro de los fuegos artificiales, carecen de la capacidad de reacción necesaria para eludir el riesgo de incendio o explosión o actuar adecuadamente en caso de emergencia”.
La pirotecnia no es un juego
Pediatras sostienen que, entre otros factores culturales, la mayor incidencia de accidentes en niños y niñas está favorecida por la arraigada creencia de que la pirotecnia es un juego, la irresponsabilidad de las personas adultas en permitir su manipulación o su incapacidad de proteger a niños/as espectadores cuando los utilizan.
Si, de todos modos, va a utilizarse pirotecnia y/o fuegos artificiales, la primera recomendación es que esos productos solo deben ser manejados por personas adultas, de forma segura y responsable, teniendo en cuenta los siguientes cuidados:
- Es importante alejar a chicos y chicas, y no apuntar nunca a otras personas, animales u hogares y evitar la pirotecnia en lugares cerrados y siempre alejarla de garrafas, estaciones de servicio, autos y cocinas.
- Los elementos de pirotecnia no deben ser expuestos a fuentes de calor y, si no explotan, no hay que tocarlos. Es mejor apagarlos con abundante agua y mantenerse lejos.
- Tampoco hay que colocar la pirotecnia en los bolsillos. Siempre hay que leer y respetar las indicaciones de uso de cada elemento.
- Hay que comprar pirotecnia que tenga la etiqueta que indique la autorización de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC, ex RENAR) con la información de la denominación del artificio, número de registro, datos del fabricante o importador e instrucciones de uso.
- Además, se aconseja evitar el encendido de petardos con mechas cortas (un centímetro o menos), porque no dan tiempo a quien los enciende de alejarse lo suficiente.
- Se debe apoyar la pirotecnia en el suelo para encenderla y nunca sostenerla en la mano. También hay que evitar los experimentos como detonar fuegos artificiales dentro de frascos, botellas, latas u otros recipientes.
Qué hacer ante una quemadura
Si una persona sufre una quemadura, hay que asistirla de inmediato con técnicas de primeros auxilios:
- Extinguir las llamas haciendo rodar a la persona en el piso, cubriéndola con una manta o utilizando agua para apagar el fuego.
- Detener el proceso de quemadura quitando la ropa de la zona involucrada e hidratando las partes afectadas con agua corriente.
- En caso de quemaduras químicas, remover o diluir el agente químico vertiendo grandes cantidades de agua.
- No colocar cremas, pomadas, ungüentos caseros o medicinales. Tampoco aplicar algodones en bruto sobre la herida.
- No aplicar hielo, ya que este solo profundizará la lesión.
- No enfriar con agua de forma prolongada a la persona afectada, dado que ello puede provocar una hipotermia.
- No romper las ampollas antes de que estas puedan ser tratadas con pomadas antibióticas recetadas por un prestador de servicios médicos.
- Evitar el contacto directo de la herida con cualquier tipo de tejido, dado que ello podría provocar una infección.
- Envolver a la persona en un paño o una sábana limpia y solicitar atención médica de inmediato.
En caso de lesiones en los ojos:
- No tocar ni realizar ninguna maniobra sobre los ojos.
- Cubrir el ojo afectado con una gasa.
- Recurrir a un centro oftalmológico lo más rápido posible.
Y por daños en los oídos:
- Si los estruendos producen síntomas como pérdida de audición, zumbidos o mareos, hay que realizar una consulta médica de urgencia para que se evalúe –mediante una audiometría– la presencia de trauma acústico agudo, para poder iniciar un tratamiento médico y aumentar la chance de recuperación auditiva.
Para pedir ayuda al Sistema de Emergencias Médicas público, recordar llamar al 911 (provincia de Buenos Aires) y al 107 (Ciudad de Buenos Aires y resto del país).
Fuentes: Ministerio de Salud de la Nación, Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMac), Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).