Esta enfermedad, causada por los virus Coxsackie, provoca una erupción y síntomas similares a la gripe. Aunque afecta a los niños, también pueden -en menor medida- contagiarse los adultos.
Los casos comenzaron a acumularse en las últimas semanas. No llegan a ameritar una alerta de parte de las autoridades sanitarias, pero sí llama la atención cuando algunos de los infectados son adultos, pacientes que no son los usualmente infectados con los virus Coxsackie, que provocan una enfermedad comúnmente conocida como “mano-boca-pie”.
En los últimos dos años, el Covid se convirtió en el patógeno dominante y la circulación de otros agentes se vio eclipsada. Con el SARS-CoV-2 limitado ahora por el efecto positivo de la vacunación, resurgen otros virus, como es el caso de Coxsackie.
Los síntomas de la enfermedad “mano-boca-pie”
Esta es una infección producida por una variedad del virus Coxsackie, una familia de enterovirus que viven en el aparato digestivo. Su nombre tiene que ver con sus síntomas: una erupción con ampollas justamente en las manos, los pies y la boca.
Las llagas en la boca suelen comenzar como puntitos rojos y luego convertirse en ampollas dolorosas. En cuanto a la erupción en la piel, el sarpullido se ve como manchas rojas y a veces como ampollas, que suelen aparecer en las palmas de las manos y las plantas de los pies, pero también en otras partes del cuerpo como las nalgas, la zona genital, las rodillas y los codos.
Los signos de la infección por Coxsackie no se limitan únicamente a las reacciones cutáneas o en la boca, sino que también incluyen fiebre y síntomas similares a los de la gripe, como malestar general, dolor de garganta e inapetencia.
Cómo se contagia el virus Coxsackie
Los virus Coxsackie son muy contagiosos. Se transmiten por varias vías:
- Por tocar la materia fecal de una persona infectada (por ejemplo, al cambiar los pañales de un bebé).
- Por el contacto con las secreciones de una persona infectada (mucosidad, saliva, esputo, gotitas después de que una persona infectada tose o estornuda).
- Por tocar el líquido de las ampollas de una persona infectada o las costras que se producen en su piel.
- Por tocar objetos o superficies que contengan el virus (como los juguetes de un niño).
- Por compartir objetos personales (como vasos o cubiertos) de una persona infectada.
Una de las principales medidas de prevención es lavarse bien las manos en todos estos casos y no tocarse la nariz, la boca o los ojos.
“Mano-boca-pie” en los adultos
Este virus es frecuente en los niños menores de cinco años. Pero en ocasiones se observan casos también en los adultos.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría aclararon, en declaraciones a medios de comunicación, que no hay un brote: sí que hay circulación y, si bien no se tiene registro de la cantidad de infectados porque es un virus ambulatorio que no tiene notificación al sistema de vigilancia epidemiológica, la cantidad de casos sería la normal para esta época del año. En otros países de la región, como Perú o Paraguay, hubo un aumento de casos en las últimas semanas.
Respecto de los adultos infectados, como en otras virosis, los chicos pueden contagiar a los padres: se estima que entre un 10% y un 20% de los adultos expuestos pueden infectarse, aunque el porcentaje de los que desarrolla manifestaciones clínicas es mucho menor, un 1%.
El diagnóstico se hace de manera clínica, ya que no se utilizan análisis específicos para Coxsackie. En cuanto al tratamiento, como “mano-boca-pie” está causada por un virus no se indican antibióticos. La enfermedad suele durar de dos a tres días. La indicación de tratamiento es beber mucho líquido para evitar la deshidratación (en el caso de los niños hay que tratar de que beban, aunque sea doloroso) y manejar el dolor por las llagas y la fiebre con paracetamol o ibuprofeno.
La enfermedad “mano-boca-pie” es causada por los virus Coxsackie, una familia de enterovirus que viven en el aparato digestivo.
Este virus es frecuente en niños menores de cinco años. Pero en ocasiones se observa casos también en los adultos. Se estima que de entre un 10% y un 20% de los adultos expuestos pueden infectarse.
Provoca una erupción con ampollas en las manos, los pies y la boca, y síntomas similares a la gripe: fiebre, malestar general, dolor de garganta e inapetencia.
Los virus Coxsackie son muy contagiosos. Se transmiten por varias vías:
Por tocar la materia fecal de una persona infectada (por ejemplo, al cambiar los pañales de un bebé).
Por el contacto con las secreciones de una persona infectada (mucosidad, saliva, esputo, gotitas después de que una persona infectada tose o estornuda).
Por tocar el líquido de las ampollas de una persona infectada o las costras que se producen en su piel.
Por tocar objetos o superficies que contengan el virus (como los juguetes de un niño).
Por compartir objetos personales (como vasos o cubiertos) de una persona infectada.
Una de las principales medidas de prevención es lavarse bien las manos en todos estos casos y no tocarse la nariz, la boca o los ojos.
Fuente: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., KidsHealth, Departamento de Salud del Estado de Nueva York, diario Clarín.