Están definidas por la extensión que alcanza la transmisión de una enfermedad. Para llegar a una pandemia hay una serie de fases definidas por organismos de salud internacionales.
Hay términos médicos y científicos que muchas veces se utilizan indistintamente, como brote y epidemia, y otros cuyos límites no están bien identificados. Sin embargo, entre especialistas y organismos sanitarios internacionales, las diferencias están bien definidas, así como también las etapas de cada situación.
Como primera aproximación, una pandemia es una epidemia que se ha expandido de manera global a múltiples países y continentes a través del mundo. Es decir que la definición está relacionada con la expansión del contagio entre las personas a través del mundo, no con la mortalidad que produce.
La calificación que lleva a la definición de pandemia tiene a su vez diversas etapas y, a lo largo de estos meses, desde el descubrimiento de la existencia del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad respiratoria aguda Covid-19, hemos oído hablar de “niveles de alerta” por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las fases, seis en total, son aplicables a todo el mundo y proporcionan un marco general para ayudar a los países a lo largo de la evolución de la pandemia. Las fases 1 a 3 se correlacionan con la preparación, incluidas las actividades de desarrollo de capacidades y planificación de la respuesta por parte del sistema sanitario y político, mientras que las fases 4 a 6 indican la necesidad de esfuerzos de respuesta y mitigación.
Durante la Fase 1, los expertos que hacen vigilancia epidemiológica saben que hay en circulación ciertos virus entre animales salvajes o domésticos que podrían provocar una pandemia, pero sin ningún caso conocido de infecciones en seres humanos. Lo que cambia, y señala el inicio de la Fase 2, es que ese virus sí haya causado ya una infección en personas.
Esa etapa se da cuando un virus de origen animal o humano-animal provoca el surgimiento de casos esporádicos o grupales de una enfermedad entre seres humanos, pero sin la existencia de transmisión de persona a persona lo suficientemente fuerte como para mantener brotes a nivel comunitario.
La transmisión de persona a persona limitada puede ocurrir en algunas circunstancias, por ejemplo, cuando hay un contacto cercano entre alguien infectado y un cuidador desprotegido. Sin embargo, la transmisión limitada en circunstancias tan restringidas no indica que el virus haya alcanzado el nivel de transmisibilidad entre humanos necesario para causar una pandemia.
Si los contagios escalan, los organismos de salud especializados en vigilancia epidemiológica consideran que se ha llegado a una fase 4: la transmisión verificada de humano a humano del virus ya es capaz de originar brotes a nivel comunitario.
Esta capacidad de causar brotes de enfermedades sostenidas en una comunidad marca un cambio significativo hacia arriba en el riesgo de una pandemia. Cualquier país que sospeche o haya verificado tal situación debe consultar en forma urgente con la OMS para que la situación pueda ser evaluada de manera conjunta, y es preciso tomar una decisión acerca de si es necesario implementar una operación rápida de contención pandémica. En resumen, la fase 4 indica un aumento significativo en el riesgo de que haya pandemia.
Durante la fase 5, hay una propagación del virus de persona a persona en al menos dos países en una región de la OMS. Aun cuando la mayoría de los países no se vean afectados en esta etapa, la declaración de la Fase 5 es una fuerte señal de que una pandemia es inminente y de que es corto el tiempo para finalizar la organización, comunicación e implementación de las medidas de mitigación planificadas.
La fase 6, pandémica, se caracteriza por brotes a nivel comunitario en al menos otro país en una región diferente de la OMS, además de los criterios definidos en la fase 5. La designación de esta fase indicará que está en curso una pandemia global, en el caso del Covid-19, el registro de personas enfermas se ha dado hasta el momento en al menos cinco de los seis continentes del planeta, exceptuando a la Antártida.
Para no confundirse: una epidemia está dada por una enfermedad que afecta a un gran número de personas dentro de una comunidad, población o región; una enfermedad endémica, a su vez, es aquella que tiene una presencia constante en un lugar específico, sea un región o país; y un brote ocurre cuando hay un aumento mayor al anticipado en el número de casos endémicos. También puede ser un caso único en una nueva área. Si no se controla rápidamente, un brote puede convertirse en una epidemia.
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Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.