Por estar a cargo del cuidado de las personas con este tipo de demencia, que es el más frecuente, los cuidadores, que suelen ser la pareja o hijos del paciente, corren más riesgo de padecer trastornos del sueño, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Organizar rutinas, buscar apoyo de otras personas, realizar actividad física y alimentarse de manera saludable ayuda a prevenir el impacto negativo que puede ocasionar dedicarse a cuidar a un ser querido.

Los cuidadores de personas con Alzheimer pueden olvidarse de su propia salud NOTA

La enfermedad de Alzheimer, al igual que muchas otras enfermedades crónicas, puede producir un efecto abrumador en las familias de las personas afectadas. A menudo surgen presiones físicas, emocionales y económicas que pueden causar mucho estrés a los familiares que se ocupan de los pacientes o a otras personas que desarrollan el rol de cuidador. 

En promedio, los familiares que cuidan destinan en promedio 22 horas por semana para ocuparse de la persona con este tipo de demencia, según la Asociación Alzheimer de los Estados Unidos. Tienen que ayudar a los pacientes con la alimentación, el baño, brindarles compañía y atender cuestiones vinculadas a la pérdida de autonomía y otros asuntos que surgen a partir de la pérdida de memoria. 

Entre otros problemas de salud, los cuidadores de personas con demencias quedan expuestos a un mayor riesgo de trastornos del sueño. De acuerdo con una reciente revisión realizada por investigadores de la Universidad Baylor, los cuidadores pierden entre 2,5 y 3,5 horas de sueño semanal porque sufren dificultades para dormirse o para mantener el sueño durante las horas que necesitan dormir. Esa falta de horas del buen dormir implica un problema negativo no sólo para ellos mismos sino potencialmente para las personas a las que deben cuidar. 

La revisión fue publicada en la revista JAMA Network Open, de la Asociación Médica Estadounidense, tras analizar 35 estudios con datos de 3.268 cuidadores. Afirman que la pérdida de horas de sueño es uno de los indicadores de estrés, junto con el dolor y la tristeza. 

Puede repercutir en que el cuidador se olvide de medicaciones o que reaccione emocionalmente de un modo diferente al habitual. Aunque el trastorno puede controlarse, hay evidencia de que la calidad del sueño mejora en los cuidadores si están un momento al sol por la mañana, establecen una rutina regular para irse a dormir y realizan algún ejercicio físico moderado. 

Trabajos anteriores han identificado otros problemas en los cuidadores. Hasta el 48% puede manifestar síntomas que requieren una consulta a especialista en psiquiatría. 

Se ha detectado una tasa menor de comportamientos preventivos de salud, reducción en su inmunidad y hasta un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular en comparación con personas que no tienen el rol de cuidador. También presentan un mayor riesgo de hipertensión y cicatrización de heridas más lenta, entre otras cuestiones. 

Para prevenir problemas, los cuidadores no deben olvidarse de su propia salud. Se aconseja consultar al médico regularmente (al menos una vez al año) y prestar atención a determinadas señales del cuerpo. Se deben tomar seriamente los síntomas de cansancio, estrés, insomnio o cambios en el apetito y el comportamiento. Ignorar estos síntomas puede deteriorar la salud física y mental.

También recomiendan vacunarse contra la gripe como una medida de autocuidado y para proteger a la persona que se cuida. Hacer caminatas u otra actividad física ayuda a aliviar el estrés y previene enfermedades. 

Intentar hacer todo sin ayuda puede dejar exhausto al cuidador. Por lo cual, se recomienda buscar el apoyo de familiares, amigos e inclusive en organizaciones enfocadas en la enfermedad de Alzheimer. 

Los patrones de alimentación saludable para el corazón, con más frutas y verduras, son buenos para la salud en general y pueden ayudar a proteger el cerebro. Una dieta mediterránea incluye relativamente poca carne roja y hace hincapié en los cereales integrales, las frutas, los vegetales, el pescado, los frutos secos, el aceite de oliva y otras grasas saludables. 

Para prevenir el estrés, hay que tratar de ser realista. La atención que brinda cada cuidador marca una diferencia, pero existen muchos comportamientos que no se pueden controlar. 

Es muy complejo y cada cuidador lleva adelante esta situación lo mejor que puede y con todas las herramientas que tiene a mano, pero como consigna general, los expertos recomiendan, en lugar de lamentarse continuamente por una actualidad complicada y deteriorada de un ser querido, es mejor concentrarse en los momentos positivos a medida que surgen y disfrutar de los buenos recuerdos.

Fuentes: Alzheimer´s Disease International. World Alzheimer Report 2018. The state of the art of dementia research: New frontiers.

#HablemosDeInnovaciónEnSalud

Conversemos en estas redes:

Facebook: CAEMEar

Twitter: @CAEMEAR

Linkedin: CAEME

Youtube: CAEME Argentina

Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.

Últimas publicaciones

Ver Todas
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image