Según datos oficiales, el nivel de participación femenina es el más alto entre todos los sectores dedicados a Investigación y Desarrollo (I&D) y duplica al promedio del sector empresario en su conjunto.
El debate alrededor de la equidad de género también cobra dimensión en el ámbito de la investigación clínica, que es la disciplina que estudia la eficacia de seguridad de medicamentos y tecnologías de salud a través de estudios clínicos.
En el mundo, se discute la necesidad de generar un cambio y empoderar al talento femenino para que ocupe los puestos técnicos y de decisión a la par de sus colegas masculinos. La relación de las mujeres con el mundo de la ciencia y la innovación no ha sido fácil. Y aunque muchos obstáculos fueron superados, aún queda un largo camino por recorrer. Por eso, desde 2016, cada 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
En el campo de la investigación clínica, aparecen algunos datos alentadores. De la mano del aumento de la inversión y la cantidad de estudios clínicos para probar medicamentos en la Argentina, también creció el empleo de profesionales en los centros de investigación. En 2020, según la última encuesta del MinCyT, se empleó a 3.232 personas para esta tarea de investigación, lo que representa un 17% del total de recursos humanos en I&D del sector empresario. En 2016, esa participación había sido del 14,7%.
En ese contexto, las mujeres alcanzan al 69% del personal en las empresas de I&D. Los datos surgen de la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo 2020, elaborada por la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación.
El relevamiento indica que ese nivel de participación femenina es el más alto entre todos los sectores (productos farmacéuticos, productos químicos, alimentos y bebidas, petróleo, gas y minería, y automotriz, entre otros) y duplica el promedio del sector empresario en su conjunto.
Mujeres en ciencia, en la Argentina y el mundo
A pesar del avance de algunas naciones en integrar a más mujeres en el desarrollo de la ciencia y la tecnología, a nivel mundial aún quedan espacios donde es necesaria la reducción de brechas.
Las mujeres constituyen sólo el 28% de los investigadores existentes en el mundo, según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO.
En nuestra región, Chile es el segundo país con la menor tasa de participación de mujeres en ciencia y tecnología, con un 32%. Brasil y Argentina superaron la paridad en este ámbito, de acuerdo con el Reporte Global de Brechas de Género del Foro Económico Mundial 2018.
En la Argentina, en términos generales, la cantidad de investigadoras supera de la paridad de género, según un informe del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, 6 de cada 10 personas que se dedican a investigaciones científicas son mujeres. Además, el 50% de los proyectos de investigación son dirigidos por investigadoras, aunque ellas reciben menor financiamiento que sus colegas hombres.
En tanto, el trabajo de Atenea Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional muestra que, en la distribución de cargos, los hombres representan un 62% y las mujeres sólo ocupan ese puesto en el 38% de los casos. En los estudios de género, se denomina “techo de cristal” a la limitación del ascenso laboral de las mujeres al interior de las organizaciones o empresas.
La paridad de género es un distintivo de la industria farmacéutica de innovación en la Argentina. En las empresas asociadas a CAEME existe dicha paridad: el 50,3% son varones y el 49,7%, mujeres. Estas proporciones se mantienen además en puestos gerenciales y directivos.
Fuente: ESID 2020 (Encuesta sobre Investigación y Desarrollo) e Informe “Mujeres en Ciencia y Tecnología: hacia una participación con equidad” (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación – marzo 2021); Instituto de Estadística de la UNESCO; Reporte Global de Brechas de Género del Foro Económico Mundial 2018; Atenea Centro de Estudios para el Desarrollo Nacional.