Su aporte en el campo de la salud es inigualable para ofrecer diagnósticos más precisos, hacer posibles tratamientos más eficaces y reducir las hospitalizaciones y los gastos de atención sanitaria.
Las tecnologías en salud representan un antes y un después para muchas enfermedades, como por ejemplo la viruela, con el descubrimiento de la vacuna o, el hallazgo de la penicilina y la insulina a principios del siglo XX.
Con innovaciones continuas y proyecciones de avances, la tecnología se ha vuelto cada día más importante en el área de la salud: es la gran aliada de la medicina en la obtención de nuevos fármacos, vacunas, dispositivos y equipamiento que ayudan a salvar vidas, mejorar la salud de los pacientes y contribuir a las políticas públicas de atención sanitaria.
Resulta difícil de cuantificar, pero sin dudas el mayor impacto de la tecnología en la salud es haber posibilitado la investigación y la elaboración de mejores medicamentos, el desarrollo de equipos de avanzada que emiten resultados en menor tiempo y tratamientos que han logrado reducir el sufrimiento de miles de millones de personas. Por todo esto, los sistemas de salud invierten cada vez más en este tipo de investigación, porque han visto que sus resultados son en sí mismos costo-efectivos.
Qué son las tecnologías en salud
Abarcan desde una linterna hasta una tomografía axial computarizada y desde una tableta de ácido acetilsalicílico -conocido popularmente como aspirina- hasta un bloqueador del factor de necrosis tumoral, los medicamentos para tratar enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoidea.
El Instituto de Medicina de los Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) define a las tecnologías en salud como el conjunto de medicamentos, dispositivos y procedimientos médicos y quirúrgicos usados en la atención médica, así como a los sistemas de organización, administración y soporte dentro de los cuales se proporciona dicha atención.
Un repaso por algunas tecnologías de salud permite dimensionar los beneficios que impactan en la salud de los pacientes y también en el sistema de atención sanitaria en su conjunto, donde en los últimos años se ha registrado una importante reducción en el tiempo de internación hospitalaria, que se traduce en significativos ahorros de gasto sanitario. Algunas de esas tecnologías son:
- Stents coronarios: el uso de tubos artificiales, que mantienen las arterias abiertas en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, ha reducido a la mitad el número de los pacientes que mueren de ataques al corazón o que sufren insuficiencia cardíaca.
- Monitoreo de glucosa en sangre: a través de dispositivos subcutáneos permiten conocer a lo largo del día las fluctuaciones de los niveles de glucosa y dosificar la insulina de manera exacta. Esto no era posible antes, pues las mediciones se hacían en rangos de tiempo y no preveían complicaciones.
- Procedimientos quirúrgicos: las técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas que, por ejemplo, se utilizan para tratar los aneurismas, reducen significativamente los tiempos de recuperación, de más de un año a alrededor de cuatro semanas. Otro ejemplo es la ablación endometrial, como alternativa a la histerectomía, que tiene un tiempo de recuperación de dos a cuatro días, mientras que procedimientos más antiguos necesitan de seis a ocho semanas.
- Diagnóstico por imágenes: ecografías, tomografías computadas, estudios de medicina nuclear e imágenes por resonancia magnética, son estudios indoloros y fáciles de realizar, con dosis muy bajas de radiación. En algunos estudios por imágenes, con anestesia, se introduce en el cuerpo una cámara diminuta (tubo visor) unida a un tubo largo y delgado, que permiten observar el interior de un órgano en particular.
- Implante subdérmico anticonceptivo: es un implante de plástico flexible, aproximadamente del tamaño de un fósforo, que libera hormonas. Se coloca debajo de la piel, en la cara interna de la parte superior del brazo de la mujer. Contiene una hormona derivada de la progesterona, cuyo principal mecanismo de acción es la inhibición de la ovulación, además del espesamiento del moco cervical, que impide el ascenso de los espermatozoides. Es considerado “de larga duración”, porque brinda protección contra el embarazo por un tiempo de entre tres y siete años.
- Desfibrilador cardioversor implantable: es un dispositivo que detecta un latido cardíaco anormal y envía un choque eléctrico al corazón para normalizar su ritmo. Con este pequeño dispositivo implantado, las personas en riesgo de muerte súbita cardíaca tienen un 98% de posibilidades de sobrevivir a un paro cardiaco, en comparación con sólo el 5% de quienes no lo tienen.
Como los sistemas de salud se ven cotidianamente frente a la necesidad de incorporar nuevas tecnologías, ya sea de nuevos dispositivos, medicamentos o prácticas, resulta fundamental realizar evaluaciones de tecnología sanitaria. Estas evaluaciones se realizan cada vez con más frecuencia en los sistemas de salud de distintos lugares del mundo para la toma de decisiones.
Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés). Evaluación de Tecnologías en Salud: aplicaciones y recomendaciones en el sistema de seguridad social en salud colombiano, Leonardo Cubillos Turriago, MD MPH.