A través de apps y la inteligencia artificial, el celular se volvió una fuente confiable de información. A nivel nacional, un sistema informático va a contribuir a optimizar la utilización de recursos críticos.
El coronavirus plantea decenas de desafíos centrales para los sistemas sanitarios, las economías y las comunidades. Una de las experiencias positivas que pueden tomarse de esta pandemia y que puede servir de modelo a futuro para profundizar en estrategias que faciliten el acceso a la salud en todos sus aspectos tiene que ver con la tecnología. La inteligencia artificial y las aplicaciones se volvieron imprescindibles en este combate contra el COVID-19.
Mucho se habló en estos días de la tecnología por el modelo aplicado en Corea del Sur, uno de los países que pese a tener un alto número de casos mantuvo una muy baja mortalidad. Allí se combinaron los testeos masivos con el intercambio de información en tiempo real sobre los contagios, lo que también abrió la puerta al debate sobre la privacidad y la confidencialidad de la información.
Pero más allá del caso coreano, hay otras experiencias cercanas donde también la tecnología es una aliada en la prevención y el tratamiento.
Para los pacientes y para el sistema
Desde el Ministerio de Salud de la Nación están inaugurado en esta pandemia un sistema informático —que se llama “Sistema de Monitoreo de Recursos Críticos de Internación”— para monitorear en tiempo real la disponibilidad de camas de terapia intensiva e insumos de equipamiento crítico, que deberá ser obligatorio tanto en los hospitales públicos como en las clínicas privadas. Así se podrá controlar minuto a minuto cuántas camas de alta complejidad hay disponibles y reorganizar la atención para responder a la demanda.
Otro desarrollo que llevó adelante Salud —junto con la Subsecretaría de Gobierno Abierto y País Digital y el Ministerio de Ciencia y Tecnología— está enfocado al primer contacto con los potenciales pacientes y es la aplicación “Coronavirus Argentina”. Puede descargarse desde el link https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/app para iOs y Android, y aprovecha la disponibilidad e inmediatez del teléfono celular para acelerar la identificación de los casos sospechosos.
Al loguearse en la app, el usuario puede realizar una autoevaluación de su estado ante una sospecha de COVID-19, indicando temperatura corporal y otros síntomas asociados al virus. La app también informa sobre los centros de salud más cercanos y otras novedades vinculadas con la pandemia, como las normativas de cuarentena.
Los gigantes tecnológicos
Las grandes compañías tecnológicas también respondieron a otro de los enormes desafíos que plantea el coronavirus: la calidad de la información a la que tienen acceso los pacientes. Y, en este sentido, quizás la iniciativa más innovadora es la que está llevando adelante Facebook a través de WhatsApp junto con la Organización Mundial de la Salud. Con solo mandar un mensaje con la palabra “Hola” al +41 22 501 76 90, se inicia un chat con un bot que responde preguntas de diversa índole relacionadas con la enfermedad, como los síntomas, las formas de prevención y los mitos. Tiene el potencial de alcanzar, en sus versiones en distintos idiomas, a los 2.000 millones de usuarios del servicio de mensajería.
A nivel local, Facebook se alió con el Ministerio de Salud para implementar también un bot que responde preguntas a través de un canal exclusivo de Facebook Messenger. Y el buscador Google, a nivel global, centralizó información y estadísticas en una página dedicada al coronavirus. Todas estas medidas apuntan a prevenir las fake news y brindar información confiable para que la gente pueda prevenir el coronavirus y actuar rápidamente ante los síntomas.
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Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.