Es un proceso de análisis e investigación que permite definir el valor agregado de una tecnología sanitaria y aportar información para los decisores de la cobertura sanitaria que debe garantizar un país. De esta manera, se podrá o no disponer de tecnologías, medicamentos, dispositivos y procedimientos en el futuro.
Los informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETS) deberían ser materiales que sintetizan la evidencia científica para la toma de decisiones sobre coberturas de medicamentos, dispositivos, test diagnósticos y procedimientos terapéuticos, propiciando el uso más eficiente de los recursos e incluyendo la perspectiva de todos los actores involucrados: sociedades científicas, asociaciones de pacientes y/o cuidadores, productores de tecnología y financiadores de salud.
Por tecnologías sanitarias se entiende al conjunto de medicamentos, dispositivos y procedimientos médicos y quirúrgicos utilizados en cuidado de la salud y atención de enfermedades, así como a los sistemas de organización, administración y soporte dentro de los cuales se proporciona dicha atención.
En un contexto pospandemia complejo, con escasez de recursos y aumento de los costos de las tecnologías más innovadoras que van surgiendo, es de vital importancia poder contar con elementos objetivos para tomar decisiones y hacer una buena asignación de los recursos.
En este proceso, la transformación digital también juega un rol central porque su implementación es capaz de mejorar la calidad de los servicios de salud al aumentar la adherencia a los tratamientos, brindar mayor información de los pacientes y reducir los eventos adversos. Además, el contar con datos y métricas de la calidad de los servicios brindados permite reducir ineficiencias y mejorar la experiencia de los pacientes.
Mecanismos para la toma de decisiones
En los últimos años, creció el interés de organismos oficiales e instituciones académicas por instrumentar mecanismos que garanticen la participación efectiva de los profesionales, los pacientes y otros actores involucrados en la toma de decisiones que afectan sus respectivos intereses.
En ese sentido, organismos y agencias -integrados por grupos de expertos- analizan y brindan recomendaciones a los principales decisores de políticas sanitarias. En la Argentina, actualmente la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (CONETEC) se encarga de realizar evaluaciones y emitir recomendaciones a la autoridad sanitaria sobre la incorporación, forma de uso, financiamiento y políticas de cobertura de las tecnologías sanitarias. Dentro de su funcionamiento participa una Mesa de Pacientes, oportunidad única para que puedan dar a conocer sus experiencias y expresen sus opiniones sobre las tecnologías evaluadas.
Por otro lado, también está el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), afiliado a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que desde 2017 ofrece un formato de síntesis de la evidencia científica: alberga una unidad ejecutora del CONICET, un centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y un Centro Cochran surgido en 2002.
Cómo se elaboran las ETS
Los informes de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETS) siguen un proceso que comienza cuando las instituciones solicitan una ayuda técnica que les permita revisar y definir el valor clínico de una tecnología para decidir sobre la cobertura sanitaria que podrían implementar. La dinámica de elaboración incluye las siguientes fases:
1) Solicitud de los informes de ETS: Los piden instituciones públicas y privadas, pequeñas y grandes, que enfrentan desafíos que obligan a tomar decisiones difíciles de cobertura en un contexto de restricción de ingresos y mayor visibilidad pública de las demandas.
2) Definición del enfoque del documento: Se realiza una revisión preliminar de la tecnología y se elabora la estrategia de búsqueda bibliográfica. Se identifican actores relevantes que puedan verse afectados por el tema en evaluación (médicos, pacientes y productores de tecnologías) y se los invita a una primera instancia de consulta pública o instancia abierta de participación.
3) Elaboración del documento preliminar: Investigadores en el tema (incluidos epidemiólogos, bibliotecarios y economistas) seleccionan la mejor evidencia disponible y redactan un documento preliminar que se discute luego con un equipo de expertos en ETS y se comparte con los actores relevantes en una segunda instancia de la consulta pública, denominada “período de embargo”, paso propio de IECS que no existe en otras instituciones. También se revisa el estilo del documento y se traduce un resumen al idioma inglés.
4) Publicación del documento preliminar: Los documentos se denominan “informes de respuesta rápida” y se realizan en un plazo de seis a ocho semanas. Se invita luego a los actores relevantes a la tercera instancia de consulta pública. Los autores y el equipo de expertos en ETS analizan los comentarios recibidos y realizan eventuales modificaciones. Es la última etapa en la que Sociedades Científicas y Asociaciones de Pacientes, o pacientes y/o cuidadores de manera individual pueden opinar y hacerse oír.
5) Publicación de la versión final del documento: Se envía la versión final al solicitante y a los actores que participaron de la consulta pública. El documento final se pone a disposición. En el caso del IECS, a los miembros del consorcio del IECS a través de una base que actualmente cuenta con más de 1.300 informes de ETS y, en el caso de CONETEC, a través de su página web.
6) Indización (representación del contenido temático de un recurso de información) en bases de datos internacionales de ETS: Los documentos son incorporados en bases de datos internacionales como la de la Red Internacional de Agencias de ETESA (INAHTA, del inglés International Network of Agencies for Health Technology Assessment) y la Base Regional de Informes de Evaluación de Tecnologías en Salud de las Américas (BRISA), de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Cinco razones explicativas
En síntesis, ¿por qué la Evaluación Tecnologías Sanitarias (ETS) es clave para determinar los tratamientos que recibirán los pacientes del futuro?
- Las instituciones de salud, las compañías farmacéuticas y los propios pacientes comparten el desafío de lograr un sistema de salud más eficiente.
- Las personas viven más años que en el pasado y sufren nuevas patologías, muchas de las cuales son crónicas.
- El avance de la ciencia se tradujo en más opciones terapéuticas destinadas a dar respuesta a enfermedades que antes no eran atendidas.
- El complejo contexto pospandemia, con escasez de recursos y aumento de los costos de las tecnologías, requiere contar con elementos objetivos y evidencia científica para la toma de decisiones.
- Frente a esto, la Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETS) brinda herramientas para evaluar la asignación de recursos y la determinación de los medicamentos, dispositivos y tratamientos que recibirán los pacientes del futuro.
Fuentes: Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), Red Internacional de Agencias de ETESA (INAHTA), Base Regional de Informes de Evaluación de Tecnologías en Salud de las Américas (BRISA), Organización Panamericana de la Salud (OPS).