La Historia Clínica Electrónica (HCE) es un elemento central para la transformación digital en salud. Argentina es uno de los países de la región que registra avances en el marco regulatorio para su implementación.
Los sistemas de información sanitaria se organizan en conjuntos de elementos que interactúan para procesar los datos y la información de salud de las personas. La meta es alcanzar un intercambio eficiente de información entre los actores del sistema de salud, y optimizar la toma de decisiones en todos los niveles, como la atención, la planificación y la gestión, entre otros.
Uno de estos elementos, clave para la transformación digital de la salud, es la Historia Clínica Electrónica (HCE), la denominación más utilizada internacionalmente y en la mayoría de los idiomas.
La HCE es un registro de información de salud basado en un sistema electrónico específicamente diseñado para recolectar, almacenar y dar soporte a los usuarios para el acceso a datos seguros y completos. Su objetivo es proporcionar información relevante para la atención de las personas en el momento que sea necesaria.
La implementación de la HCE es un proceso de cambio tecnológico que se encuentra superpuesto con otros cambios del sistema de salud. La incorporación de las tecnologías de la información y comunicación (TICs) en el quehacer de los profesionales médicos es uno de los principales desafíos de este proceso, que conlleva superar barreras para su uso y apropiación.
La región sigue rezagada
El reciente informe “La gran oportunidad de la salud digital en América Latina y el Caribe”, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), analiza el avance de la transformación digital en salud a raíz de la emergencia sanitaria por el Covid-19 a nivel global.
El trabajo señala que, si bien el año pasado 49 países y territorios ratificaron la hoja de ruta para la transformación digital del sector de la salud en América Latina y el Caribe (ALC) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) delineó 8 principios en los que enmarcar estos procesos, en general, la región permanece rezagada en términos de salud.
Los que registran avances
Sobre un total de 26 países analizados, solo 10 cuentan con una legislación que define y valida la historia clínica electrónica. Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, México, Perú y Uruguay, según el trabajo realizado por el BID, registran avances en sus marcos regulatorios para la implementación de la HCE y cubren más del 75% de cinco dimensiones clave: aspectos específicos de la HCE, protección de datos de pacientes y uso secundario de la información, acciones de los profesionales de la salud, papel de los pacientes en relación con sus datos de salud y estándares para la interoperabilidad de salud y HCE.
Otro informe del BID, del año 2020, titulado “Marco normativo para la Salud Digital en América Latina y el Caribe. El caso de las historias clínicas electrónicas: avances y tareas pendientes”, detalla que son países que en su mayoría cuentan con normas específicas que reglamentan desde hace varios años la implementación y el uso de las HCE a nivel nacional.
Y ejemplifica: México promulgó en 2010 una norma oficial “que establece los objetivos funcionales y funcionalidades que deben observar los productos de Sistemas de Expediente Clínico Electrónico para garantizar la interoperabilidad, procesamiento, interpretación, confidencialidad, seguridad y uso de estándares y catálogos de la información de los registros electrónicos en salud”.
Costa Rica aprobó en 2013 una ley sobre “Expediente único digital de salud”. Ese mismo año, Perú aprobó la ley que “crea el registro nacional de historias clínicas electrónicas”. En 2017 también Uruguay promulgó un decreto que tiene por objeto “regular los aspectos referidos al tratamiento e intercambio electrónico de información personal por parte de las Instituciones con competencias legales en materia de salud, pública y privada, así como el Sistema de Historia Clínica Electrónica Nacional y su Plataforma”.
La publicación remarca, además, que a diferencia de los demás países de este grupo, Argentina, Brasil y Chile no cuentan con una norma principal específica sobre HCE, sino que la reglamentación de las principales dimensiones legales se hace a través de un conjunto de leyes complementarias e interrelacionadas.
Las normas de Argentina
En cuanto a la Argentina, la normativa específica sobre HCE incluye la Ley N° 26.529 de “Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud”, sancionada en octubre de 2009 que, entre otros aspectos, se refiere a los derechos del paciente, el consentimiento informado y la historia clínica informatizada. También las resoluciones del Ministerio de Salud de la Nación: N° 189/2018 que aprueba la Estrategia Nacional de Salud Digital y N° 115/2019 que crea la Red Nacional de Interoperabilidad en Salud.
En esta coyuntura, los especialistas del BID concluyen que los países tienen dos principales opciones: “Seguir haciendo lo mismo, es decir, adoptando herramientas sin una visión integral de cómo la tecnología puede mejorar la gestión del sector, para tratar de atender problemas inmediatos; o incorporar estratégicamente las tecnologías, procesos y habilidades especificas a las necesidades de cada país, integrando la visión y participación de todas las partes involucradas y asumiendo el compromiso político y económico a largo plazo de rediseñar los sistemas de salud”.
Fuentes: Informe “La gran oportunidad de la salud digital en América Latina y el Caribe” 2022, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Organización Panamericana de la Salud (OPS); Ministerio de Salud de la Nación.