En verano, con el mayor desplazamiento al exterior por las vacaciones y específicamente a ciertas zonas de Brasil, surge la inquietud en los viajeros por la fiebre amarilla, una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de mosquitos hematófagos infectados.
¿Cuán grave puede ser? ¿Siempre hay que vacunarse al viajar a Brasil? ¿Todas las personas pueden recibir la vacuna? Aquí, 10 respuestas clave para despejar dudas.
¿Cómo se contagia la fiebre amarilla?
La enfermedad no se transmite directamente de persona a persona, sino por la picadura de un mosquito. En América Latina, la enfermedad tiene básicamente dos ciclos de transmisión. En el selvático, los monos -principal reservorio del virus- son picados por mosquitos de los géneros de los géneros Haemagogus y Sabethes, que transmiten el virus a otros monos y también a personas que se encuentren en la selva. En el urbano, los mosquitos Aedes aegypti -con características domésticas y también vector del dengue y la fiebre chikungunya- que pican a personas infectadas pueden contagiar a otras.
¿Cuáles son sus síntomas?
En el período de incubación, que dura hasta 6 días después de ser infectado, no hay síntomas. Después, la infección entra en una fase aguda, en la que puede presentar fiebre, dolores musculares y de cabeza, sensibilidad a la luz, náuseas, vómitos, pérdida de apetito, mareos y enrojecimiento en la cara, los ojos y la lengua. Generalmente estos signos desaparecen luego de varios días, pero algunas personas entran en la fase tóxica, que puede ser mortal. En ella, los signos reaparecen y se suman otros como ictericia (pigmentación amarilla de la piel y parte blanca del ojo), dolor abdominal y vómitos -eventualmente con sangre-, menos orina, sangrado de nariz, boca y ojos, frecuencia cardíaca lenta, insuficiencia hepática y renal, y disfunción cerebral.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de la fiebre amarilla no es fácil porque suele confundirse con otras enfermedades como paludismo, leptospirosis, hepatitis, dengue hemorrágico o intoxicaciones. El diagnóstico temprano es importante para el tratamiento y control del paciente para evitar mayores contagios, y se confirma con pruebas de laboratorio para detectar la presencia del virus en la sangre.
¿Cómo es el tratamiento?
No hay un tratamiento específico para la fiebre amarilla, por eso se brinda uno de sostén en el ámbito hospitalario para tratar la deshidratación, la insuficiencia hepática y renal y la fiebre. En los casos ambulatorios, también se toman medidas de aislamiento del paciente para evitar nuevos contagios. Un buen tratamiento temprano mejora el pronóstico.
¿Cómo puede prevenirse?
En el caso de viajar a zonas con presencia del virus, es clave la vacunación al menos 10 días antes de viajar. En el lugar, se recomienda prevenirse de la picadura de los mosquitos, aplicándose repelente para insectos y utilizando ropa clara. Al igual que con las otras enfermedades que transmite el Aedes aegypti -un mosquito que en Argentina hoy está presente hasta en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Mendoza-, descacharrar resulta fundamental para eliminar los envases caseros que pueden acumular agua, el lugar donde el mosquito se reproduce.
¿Quiénes deben vacunarse?
Los viajeros que vayan a países con presencia del virus deben estar vacunados. En la página web de Medicina del Viajero está disponible el listado de las zonas de riesgo para las que se recomienda la vacunación. https://www.argentina.gob.ar/salud/fiebreamarilla La vacuna protege a partir de los 10 días de su aplicación. Es gratuita y deben recibirla todas las personas entre uno y 60 años que vivan en o viajen a zonas de riesgo. El listado de centros de vacunación se puede consultar en este link del Ministerio de Salud de la Nación. https://www.argentina.gob.ar/salud/viajeros/vacunatoriosfiebreamarilla
¿Quiénes no pueden recibir la vacuna?
La vacuna es segura y eficaz, pero los mayores de 60 años tienen riesgo aumentado de reacciones adversas graves. Ante la exposición a zonas de transmisión, el médico debe evaluar el riesgo-beneficio con el paciente. La vacuna antiamarílica está contraindicada en bebés menores de 6 meses de vida, antecedentes de reacción anafiláctica a la ingesta de huevos y sus derivados, pacientes timectomizados (por cualquier causa), pacientes con miastenia gravis y pacientes inmuno-comprometidos que recibieran corticosteroides por al menos dos semanas, en dosis mayores a 20 mg por día, pacientes con linfomas, leucemias o neoplasias diseminadas. La vacuna también está contraindicada en el embarazo y podría aplicarse de ser estrictamente necesario, pero no antes del sexto mes.
¿Cuáles son las zonas críticas?
Según la Organización Panamericana de la Salud, la enfermedad es endémica en todo el país o en algunas naciones de 34 estados africanos y 13 de Sudamérica. En 2019, último informe disponible, en la región se notificaron casos confirmados en Brasil, Bolivia y Perú. En 2018, también había habido casos en Colombia y Guayana Francesa. Cada año, la Organización Mundial de la Salud actualiza el listado de países a los que se recomienda ir vacunado y puede revisarse en este link. https://www.who.int/ith/ith-country-list-new.pdf?ua=1 Ante la duda, también se puede consultar con la embajada o consulado en Argentina del país de referencia antes de viajar.
¿Debo vacunarme si viajo a Brasil?
Para viajar a la mayoría de los destinos brasileños, incluidos Río de Janeiro y Florianópolis, se recomienda estar vacunado. Según la Embajada de Brasil, hay que vacunarse si se va a las áreas de Rorama, Amapá, Amazonas, Pará, Acre, Rondónia, Mato Grosso, Mato Grosso do Sul, Maranhäo, Tocantins, Goiás, Sáo Paulo, Paraná, Santa Catarina, Río Grande Do Sul, Piaui (Oeste y Sur), Bahía, Minas Gerais, Espíritu Santo y Río de Janeiro. No es necesario vacunarse si se viaja a Pernambuco, Piaui (Este y Norte), Ceará, Río Grande Do Norte, Paraiba, Alagoas y Sergipe.
¿Hay países que no tienen riesgo de fiebre amarilla e igual hay que vacunarse?
Sí. Hay países que exigen a los viajeros un certificado de vacunación, para evitar contagios. A partir del 11 de julio de 2016 el periodo de validez de todos los certificados de vacunación contra la fiebre amarilla, incluidos tanto los ya expedidos como los nuevos, pasó de 10 años a la totalidad de la vida de la persona vacunada, así que ya no se puede rechazar un certificado con validez mayor a los 10 años ni exigir una dosis de refuerzo o revacunación. Si el viajero no está vacunado o no estuvo en una zona de riesgo, puede presentar un certificado de exención.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación, Organización Panamericana de la Salud, Mayo Clinic, Embajada de Brasil en Argentina