En la segunda mitad del siglo XX nacía la medicina basada en la evidencia que, combinada con la Epidemiología y la Salud Pública, constituyen los pilares de la salud actual.
La investigación en salud se basa en estudios clínicos experimentales u observacionales que, combinados con la ciencia estadística, logran establecer información matemáticamente evidente que permite adoptar recomendaciones de tratamiento respaldadas por el método científico.
Así es que las investigaciones en el área de la salud tienen como método generalizado analizar a un grupo de personas tomadas como representación de la población general. Luego, los resultados obtenidos con los voluntarios de esos estudios se extrapolan al grueso de las comunidades.
Sin embargo, la explosión de la disponibilidad, adquisición y procesamiento de la información sanitaria abrió en el siglo XXI caminos nuevos que refuerzan la tendencia hacia una medicina personalizada que se centra en los pacientes, más que en las enfermedades, en las características de cada individuo más que en las generalizaciones.
El análisis de datos es central para este nuevo enfoque, y también para identificar y anticiparse a las necesidades de los pacientes.
Así es como los datos en salud permiten, entre otras cosas:
- Obtener un archivo centralizado y estructurado con todos los datos recogidos
- Segmentar a la población en grupos según similaridad de las características sociosanitarias y los rangos de riesgo
- Analizar la eficacia o efectos adversos de un fármaco o tratamiento
- Elaborar estadísticas sobre los pacientes para elegir aquellos que sean más adecuados para los estudios clínicos
- Detectar con antelación la necesidad de un paciente de recibir una atención especializada
- Obtener patrones de comportamiento en pacientes y profesionales de la salud.
Por otro lado, analizar los datos históricos junto con el impacto social define políticas preventivas: campañas de salud ambiental y laboral; políticas públicas para el desarrollo de la educación para la salud; estudios de probabilidad de aparición o continuidad de una enfermedad; fortalecimiento en la vigilancia de brotes epidémicos; evaluación de la calidad de los servicios médicos.
Desde las perspectivas socioeconómicas y teniendo en cuenta iniciativas internacionales de apertura de datos, el acceso a información relacionada con precio de medicamentos y procedimientos, distribución y costo del personal y la infraestructura sanitaria, frecuencias de uso de servicios de salud y modelos de administración del recurso, es posible el diseño y evaluación de estrategias que mejoren la equidad, la oportunidad, el acceso y la calidad de los servicios de salud.
Data Science for Healthcare: Methodologies and Applications, Sergio Consoli, 2019. La importancia de los datos, Nutr. Hosp. vol.19 no.1 Madrid ene./feb. 2004. Registros y bases de datos: la importancia de obtener información, Revista Argentina de Cardiología, Vol. 82, Nº 5, 2014. Comisión Internacional de la Cruz Roja.