OMS, EFE Salud, Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., Academia Americana de Pediatria, IMBIOMED, PortalFarma, Cuaderno de Cultura Científica, Bayer, Biotecnología y medicina: el esperanzador poder sanador de la terapia génica y celular
Desde la era antigua, los seres humanos buscaron la manera de tratar las dolencias que los afectaban. De los primeros experimentos con plantas hasta la investigación de vanguardia de hoy, los medicamentos han formado parte de la historia de la humanidad.
Los primeros descubrimientos
A fines del siglo XIX, el desarrollo de la química orgánica permitió separar las sustancias contenidas en las drogas conocidas y establecer el concepto de principio activo. Una vez que se determinó la estructura de una molécula, fue posible imitarla a través de la síntesis, y de esta manera nació la farmacología moderna.
Así, en 1897, el científico alemán Felix Hoffmann logró sintetizar de forma estable y químicamente pura el ácido acetilsalicílico, que comercializado con el nombre de aspirina se convirtió en un analgésico y antipirético que continúa utilizándose en la actualidad.
El segundo gran hito en la historia de la innovación farmacéutica ocurrió en 1921, cuando F.G. Banting y C.H. Best consiguieron aislar insulina a partir de páncreas de animales y aportar un primer tratamiento para los pacientes diabéticos más allá del control de la dieta.
El hito de la penicilina
En 1928, el casual descubrimiento de la penicilina del médico británico Alexander Fleming, posibilitó que una década después ese compuesto fuera aislado por Ernst Chain y Howard Florey. Este primer antibiótico —que se utilizó masivamente a partir de la Segunda Guerra Mundial y redujo las muertes y amputaciones en el frente— cambió la historia de la medicina.
En la década del 50, ya saliendo de la posguerra, las investigaciones de científicos principalmente en Europa y Estados Unidos llevaron al descubrimiento de más analgésicos y antibióticos, además de decenas de otros medicamentos que establecieron de manera impensada, el posible tratamiento de enfermedades antes sin solución. En el inicio de los 60, el lanzamiento al mercado de la primera píldora anticonceptiva les dio a las mujeres el control de la natalidad y de su vida sexual, y fue el germen de la revolución social que atravesó toda la década.
El éxito de las vacunas
Las vacunas son un capítulo en sí mismo. Desde las primeras investigaciones de Edward Jenner con la viruela a fines del siglo XVIII y de Louis Pasteur con la rabia casi 100 años después, el gran salto cuanti y cualitativo lo dieron Jonas Salk y Albert Sabin a mediados del siglo XX, con la vacuna de poliomielitis inactiva y activa respectivamente, que evitaron la muerte y discapacidad de miles de niños.
Otras enfermedades potencialmente mortales como la difteria, la rubeola, el sarampión y el tétanos también lograron prevenirse con las vacunas, la estrategia de salud más costo-eficiente luego del acceso al agua potable. La vacunación erradicó enfermedades y evita cada año entre 2 y 3 millones de muertes. Además, la innovación de la industria farmacéutica ha permitido incorporar permanentemente nuevas vacunas, y la ciencia continúa en la investigación constante de nuevos desarrollos para enfrentar más patologías.
Anticuerpos monoclonales y cáncer
Un ejemplo concreto de cómo la investigación científica aplicada a los medicamentos puede tener un alto impacto en el tratamiento de las enfermedades es el descubrimiento de los anticuerpos monoclonales, que realizaron en 1975 el argentino César Milstein, el británico Niels K. Jerne y el alemán Georges Köhler, y que les valió el Premio Nobel de Medicina en 1984.
Los anticuerpos monoclonales son un tipo de proteína producida en el laboratorio que se puede unir a sustancias del cuerpo, y que, para el tratamiento del cáncer, se utiliza para transportar medicamentos, toxinas o materiales radiactivos directamente hasta las células cancerosas. Así, hoy se logró cambiar el paradigma del tratamiento de varios tipos de cáncer, que en muchos casos se convirtió de una patología mortal en crónica.
Presente y futuro
La secuenciación del genoma humano en 2001 abrió las puertas a un nuevo universo en el desarrollo de medicamentos, que estamos ya viviendo y que a la vez tiene un futuro prometedor.
El progreso científico en biotecnología permitió desarrollar terapias avanzadas, concepto que incluye tanto la terapia génica y la celular como la ingeniería tisular. Así, la innovación posibilitó nuevas alternativas terapéuticas para decenas de enfermedades, como la diabetes, el cáncer o la artritis reumatoidea.
La permanente inversión en I+D de la industria farmacéutica alienta las expectativas de seguir haciendo historia para mejorar la esperanza y calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.
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