Fiebre y dolor de cabeza son síntomas de la enfermedad. Muchas personas pueden confundirlos con otros trastornos más leves y tomar medicamentos sin consultar con el médico.
El dengue desde el año 2019 presenta un brote intenso en América del Sur y el Caribe. Las personas infectadas por este virus pueden presentar uno o más de los siguientes síntomas: fiebre, náuseas, vómitos, sarpullido, molestias y dolores (de cabeza, detrás de los ojos, musculares, articulares, óseos). Muchos de estos pueden confundirse con malestares comunes como cuadros gripales.
Es factible que, ante dolores y fiebre, una persona opte por automedicarse con antinflamatorios no esteroides o ácido acetilsalicílico (aspirinas). Esto puede contribuir no solo a enmascarar los síntomas (si la fiebre baja, la persona creerá que no es necesario recurrir a un médico) sino también, lo que es aún peor, puede complicar el cuadro de dengue, causando sangrados de nariz y encías.
También es factible que la automedicación le provoque a la persona dolores abdominales y torácicos, vómitos, somnolencia e irritabilidad.
Estas complicaciones ocurren porque el ácido acetilsalicílico es un anticoagulante, es decir que causa una interferencia o inhibe la coagulación de la sangre. De allí que cuando lo consume una persona enferma de dengue, aumenta el sangrado de la nariz o las encías.
Este cuadro puede complicarse todavía más si el enfermo ya tuvo dengue y enferma nuevamente, con un serotipo diferente al de la primera infección (hay cuatro, y este año tres han circulado en la Argentina).
Cuando esto ocurre, la enfermedad puede responder a un cuadro más complejo y conducir a un dengue grave. En ese caso, consumir anticoagulantes se convierte en algo extremadamente riesgoso.
Los signos de alarma para sospechar la presencia de un dengue grave en la persona infectada, uno o más de los siguientes síntomas: dolor o sensibilidad en el estómago, vómitos (al menos 3 veces en 24 horas), sangrado de mucosas (nariz o encías), vómitos con sangre o sangre en las heces, sensación de cansancio, inquietud o irritabilidad.
En agosto de 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) alertó acerca de un nuevo ciclo epidémico de dengue en la Región de las Américas, con un incremento de casos de dengue y dengue grave en varios territorios de la región.
En esta temporada, y hasta el 14 de junio, se han notificado al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud de la Argentina un total de 78.348 casos con sospecha de dengue. Se registraron 41.689 casos de dengue (confirmados por laboratorio o nexo epidemiológico) sin antecedentes de viaje, y 1.860 casos se encuentran aún en investigación. Hasta el momento, se registró la presencia de 3 serotipos: 71% correspondió a DEN-1, 27% a DEN-4 y 2% DEN-2.
Por eso, es importante ir al médico inmediatamente ante la presencia de signos de alarma.
Boletín Epidemiológico, Ministerio de Salud de la Nación. CDC, Centros de Control de Enfermedades de los Estados Unidos.