Se produce tras la picadura de un mosquito infectado por un virus. La mayoría de los casos es leve, pero hay que concurrir al médico ante los primeros síntomas.
En las últimas décadas, aumentó fuertemente la incidencia del dengue en el mundo. Las estimaciones indican que se producen 390 millones de infecciones por dengue cada año, de los cuales 96 millones llegan a tener manifestaciones clínicas.
Esto es así porque los casos, en una gran mayoría, son asintomáticos. Sin embargo, se calcula que 3.900 millones de personas, en 128 países, están en riesgo de tener una infección por los virus del dengue.
Argentina y sus vecinos, Paraguay, Bolivia y Brasil, están entre ellos, especialmente de octubre a mayo.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti y, en menor grado, de A. albopictus.
Estos mosquitos también transmiten la fiebre chikungunya, la fiebre amarilla y la infección por el virus del Zika. El contagio no se da de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.
Luego de la aparición de los primeros síntomas, las personas infectadas con el virus pueden transmitir la infección, durante 4 ó 5 días, a los mosquitos Aedes.
El virus que provoca la enfermedad tiene cuatro serotipos distintos, pero estrechamente emparentados: DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4.
Cuando una persona se recupera de la infección adquiere inmunidad de por vida contra el serotipo por el cual enfermó. Pero, la inmunidad cruzada a los otros serotipos es parcial y temporal.
Las infecciones posteriores causadas por otros serotipos aumentan el riesgo de padecer el dengue grave.
¿Qué síntomas hacen sospechar que puede ser dengue?
Si un niño o adulto presenta fiebre mayor a 39 grados acompañada de dolor en ojos, cabeza, músculos y articulaciones, además de nauseas y vómitos, sarpullido en la piel, cansancio intenso y picazón o sangrado de nariz y encías.
Tales síntomas se presentan luego de un periodo de incubación de 4 a 10 días tras la picadura de un mosquito infectado y suelen durar de 2 a 7 días.
Ante síntomas como estos los expertos recomiendan no automedicarse con analgésicos -puede agravar el cuadro-, y recurrir lo más pronto posible a un médico.
Medidas de prevención para combatir el dengue
La medida más importante para combatir el dengue es la prevención, especialmente en lo referido a eliminar los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contengan agua estancada, tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
Muchos de los recipientes donde el mosquito se cría no son de utilidad (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados). Estos recipientes deben ser descartados.
Si los recipientes son necesarios porque se usan con frecuencia, es imprescindible evitar que acumulen agua, dándolos vuelta (baldes, palanganas, tambores) o vaciándolos de manera constante (portamacetas, bebederos).
También se recomienda cambiar cada tres días el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o de agua de lluvia, dentro y fuera de la casa.
A los floreros y portamacetas hay que rellenarlos con arena húmeda y es indispensable limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos, además de tapar los tanques y recipientes que se usan para recolectar agua.
Estas acciones son indispensables debido a que la fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito. ¿Por qué? Porque el uso de insecticidas logra eliminar a los mosquitos adultos, pero no a los huevos y a las larvas.
El segundo aspecto de la prevención es personal: tratar de evitar la picadura del mosquito. Para esto, es necesario emplear repelentes (tanto cutáneos como ambientales), utilizar ropa clara que cubra los brazos y las piernas durante las actividades al aire libre y colocar mosquiteros en puertas, ventanas y cunas y cochecitos de bebés.
Se calcula que cada año son hospitalizadas 500.000 personas con dengue grave, cuya tasa de letalidad estimada es del 2,5 por ciento.
Aunque no hay tratamiento específico del dengue ni del dengue grave, la detección y el acceso a atención médica tempranos disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del uno por ciento.
Ministerio de Salud y Desarrollo Social. Organización Mundial de la Salud, OMS.