El 26 de agosto es el Día Internacional contra el Dengue, enfermedad contagiosa que se ubica entre las diez principales amenazas a la salud pública mundial.
El Día internacional contra el dengue se conmemora cada 26 de agosto con el objetivo de crear una mayor conciencia para la prevención y tratamiento de una enfermedad contagiosa, que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti y -en menor medida- del mosquito Aedes albopicus.
Ambos vectores provocan que sea una enfermedad endémica en más de 100 países, con una mayor prevalencia en los sectores más vulnerables. Según las estadísticas de la Organización de la Salud (OMS), cerca de 500 millones de personas de América del Sur, Central y del Norte están potencialmente en riesgo de contraer la enfermedad.
Enfermedad endémica quiere de decir que circula por una población, aunque, de alguna manera, “contenida”: está instalada en un área, en una región o en un país, siempre con un número de casos estimado, puede tener estacionalidad, o sea prevalecer en diferentes momentos del año; pero en términos de cantidad de casos, se mantiene dentro de ciertos rangos.
En muchos casos, el dengue es leve. Algunas personas que contraen el virus presentan fiebre repentina junto con otros síntomas, como náuseas, vómitos, dolores (musculares, articulares, óseos, detrás de los ojos) o sarpullido.
Aproximadamente 1 de cada 20 personas que contraen dengue tendrán una enfermedad grave, que requiere atención médica inmediata en un hospital. En este caso, puede ocasionar efectos graves en el hígado, el corazón, el sistema nervioso central, los riñones, los ojos, los músculos o la médula ósea. Además, el dengue grave puede provocar la muerte.
Avances esperanzadores
En los últimos años comenzaron a desarrollarse vacunas y medicamentos para luchar contra esta enfermedad que acompaña al hombre desde hace siglos.
El laboratorio Sanofi desarrolló una vacuna que sirve para prevenir la enfermedad del dengue, la hospitalización y el dengue grave pero específicamente en niños (a partir de 9 años) y adultos que tengan análisis de laboratorio de una infección previa por dengue y que vivan en zonas endémicas.
Hasta el momento, la medida más importante de prevención es la eliminación de los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores.
En la Argentina, donde el dengue es una enfermedad endémica en la gran mayoría de las provincias, suscita esperanzas que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) esté analizando el pedido de aprobación de la vacuna desarrollada por el laboratorio japonés Takeda.
Se trata de un inyectable de dos dosis que se aplica con tres meses de diferencia entre el primer y segundo componente. Su administración es subcutánea y no intramuscular, como la del coronavirus. La vacuna, denominada TAK-003, es tetravalente, es decir que brinda protección contra cuatro tipos de virus.
La vacuna demostró protección continua contra la enfermedad del dengue y hospitalización, independientemente de la exposición previa de la enfermedad de un individuo, sin riesgos de seguridad importantes identificados, durante los tres años posteriores a la vacunación.
Los datos fueron presentados en el Congreso de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) realizado en Buenos Aires a mediados de octubre pasado y publicados en la revista científica Clinical Infectious Diseases (CID).
El ensayo clínico llevado adelante durante 36 meses en más de 20.000 niños y adolescentes sanos de 4 a 16 años en 26 centros de investigación de 8 países endémicos de América Latina (Brasil, Colombia, Panamá, República Dominicana y Nicaragua) y Asia (Filipinas, Tailandia y Sri Lanka), muestra que la protección perdura por lo menos hasta los 3 años posteriores a la vacunación.
De acuerdo con los documentos oficiales, la TAK-003 demostró “una eficacia global de la vacuna del 62 % contra el dengue confirmado virológicamente”. Esto significa que reduce la probabilidad de infección con síntomas en ese porcentaje para quien recibe la vacuna. “El nivel de eficacia para la hospitalización es de un 83,6 %”. Esto la convierte en una inmunización efectiva porque, en salud pública, lo que se busca es prevenir las formas graves de la enfermedad y las muertes.
Inteligencia artificial
Otra investigación esperanzadora es que la que lleva adelante la ONG europea Drugs for Neglected Diseases Initiative (Iniciativa para las Drogas para Enfermedades Olvidadas) trabaja en la creación de un medicamento de inteligencia artificial para combatir el dengue.
Esta organización, que busca tratamientos para enfermedades que generan poco interés, lanzó en abril un convenio con una empresa británica para desarrollar moléculas a través de la inteligencia artificial: un enfoque metodológico del tratamiento de datos que puede servir en varias etapas del proceso de desarrollo de la industria de los medicamentos.
FUENTES: Organización Mundial de la Salud (OMS), Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), Laboratorio Takeda, Revista científica Clinical Infectious Diseases (CID), American Academy of Pediatrics, ONG Drugs for Neglected Diseases Initiative.