El mosquito también transmite el zika y el chikungunya. Eliminarlo es la principal forma de prevención. 

Dengue 10 mitos del Aedes Aegypti NOTA

Salvo en las provincias de la Patagonia, en casi todo el país se describió la presencia del Aedes aegypti, un mosquito cuya presencia crece en ámbitos urbanos y que es el vector del dengue, enfermedad que cursa un brote en el país. Pero, además, el ese mismo mosquito es transmisor de otras enfermedades, como el zika y el chikungunya.

Eliminar al mosquito es la principal forma de prevención de estas virosis. Sin embargo, existen aún muchos mitos y falsas creencias relacionadas con estas enfermedades y su agente transmisor. 

  1. El dengue, zika y chikungunya son enfermedades de la pobreza 

Cualquier lugar donde se acumule agua es propicio para que se reproduzca el Aedes aegypti. Las deficiencias en la red de agua potable o en la recolección de la basura pueden generar condiciones propicias que pongan en riesgo a las poblaciones más vulnerables, pero el mosquito puede transmitir estas enfermedades a cualquier persona  en cualquier lugar, sin importar la situación socioeconómica.

  1. Estas enfermedades se contagian de persona a persona 

De las tres, la única en la que el virus se puede transmitir de manera directa es el zika, a través de relaciones sexuales sin protección o en el embarazo. El dengue y la fiebre chikungunya no se transmiten por la leche materna, sólo a través de la picadura del Aedes aegypti

  1. Cualquier mosquito puede contagiar

La única especie que transmite estas enfermedades en la región es el Aedes aegypti. Pero para que el mosquito contagie debe haber picado antes a otra persona infectada. 

  1. El mosquito pica solo de día

El Aedes aegypti es una especie de hábitos diurnos y, por lo general, pica en las primeras horas de la mañana y al atardecer, pero también puede hacerlo de noche si hay luz artificial.

  1. El frío elimina al vector 

Los mosquitos adultos se mueren sólo a muy baja temperatura, cerca de los cero grados. Pero sus huevos son capaces de sobrevivir durante el invierno. Por eso, la eliminación de recipientes y espacios donde pueda acumularse agua es una conducta que debe mantenerse todo el año.

  1. El mosquito se cría en charcos y zanjas

La hembra del Aedes aegypti pone sus huevos en las paredes de los depositorios de agua limpia. Necesita muy poca cantidad de agua para completar su ciclo de vida, apenas un centímetro de profundidad. 

  1. Los larvicidas son efectivos

La principal medida para eliminar los huevos del mosquito es eliminar o cubrir los recipientes donde se acumula o pueda acumular agua. Los larvicidas sólo se recomiendan en los recipientes que no pueden ser tapados. 

  1. El vinagre, el ajo y otros productos caseros repelen al mosquito

Los únicos repelentes efectivos, tanto para uso personal como en el hogar, son los autorizados por la ANMAT. Para prevenir el Aedes aegypti se recomiendan los que contienen DEET (N N-diethyl-m- toluamida) y se desaconsejan los repelentes a base de citronella.

  1. Si se tuvo dengue, la persona está inmunizada ante otra picadura del mosquito

Las enfermedades que transmite el Aedes aegypti son distintas. E incluso en el caso del dengue, en el que hay cuatro serotipos distintos, la persona queda inmunizada sólo contra aquel serotipo del que se infectó. 

  1. Si se fumiga, se elimina el vector

Los insecticidas eliminan a los mosquitos adultos, pero no los huevos ni las larvas. La fumigación sólo es una medida de emergencia y debe ser acompañada de la eliminación de los recipientes.

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación, Ministerio de Salud de Paraguay, Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud, Sociedad Argentina de Pediatría.  

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Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.

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