Es necesario reconocer los síntomas cuanto antes, para no seguir exponiéndose al sol y agravar el daño. Signos y tratamientos en los casos leves.
Las quemaduras solares son una reacción inflamatoria aguda de la piel que ocurre cuando una persona se sobreexpone a los rayos ultravioletas o UV. La piel puede sufrir eritema (enrojecimiento), edema (inflamación), desarrollar ampollas y descamarse.
Aunque la quemadura solar aguda es una afección que por lo general solo requiere atención para calmar los efectos inmediatos, la prevención primaria es crítica debido a que el daño celular causado por la radiación UV es irreversible y con el tiempo puede aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Los primeros síntomas de que una persona está sufriendo una quemadura son el enrojecimiento, la rigidez y el prurito de la piel, acompañados por sensación de ardor, cuyo grado varía según la intensidad de la quemadura solar.
Tales signos y síntomas de las quemaduras solares pueden comenzar de dos a cuatro horas después de una sobreexposición grave a los rayos UV.
El eritema alcanza su punto máximo de 12 a 24 horas, pero el dolor, la incomodidad y otros síntomas pueden tener un curso más prolongado. También es factible que haya más síntomas como fiebre, escalofríos, náuseas y dolor de cabeza.
La prevención es la clave, ya que los tratamientos actuales son mínimamente efectivos para reducir los síntomas de las quemaduras. No hay todavía ninguna terapia que sea capaz de revertir el daño del ADN inducido por los rayos UV.
La mejor forma de prevenir la aparición de las quemaduras solares es evitar el sol en los horarios pico, de 11 a 16 hs. También, emplear siempre protectores solares adecuados, aun en los días nublados, y cubrir el cuerpo con ropa liviana y adecuada si es que se está en la playa, o en la montaña, durante los horarios más críticos, inclusive cuando no se esté bajo el rayo del sol en forma directa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrolló un índice ultravioleta solar (UVI) que representa la intensidad de la radiación UV en la superficie de la Tierra en relación con sus efectos sobre la piel humana.
Los índices UV solares globales de 1 a 2 indican que es seguro estar afuera sin medidas de protección solar, los índices UV de 3 a 7 recomiendan sombra durante el mediodía y las medidas de protección solar en cualquier otro momento, y los índices UV de 8 o más indican que las personas deben evitar el sol durante las horas del mediodía, con protección solar obligatoria en todo momento. El Servicio Meteorológico ofrece diariamente el pronóstico de radiación UV, que se puede consultar en su página web.
En lo que a los protectores solares se refiere, el factor de protección solar (FPS) es una medida que indica el tiempo durante el cual una persona con protector solar puede estar expuesta a la radiación UV antes de que se produzca una quemadura solar. Por ejemplo, un FPS de 15 permite que una persona que normalmente se quemaría después de 10 minutos al sol sin protector solar esté protegida durante 150 minutos. Los especialistas en dermatología recomiendan utilizar un factor de protección solar mínimo de 15 y que éste sea aplicado frecuentemente a lo largo del día.
Si la quemadura ya se produjo, es importante comenzar a tratarla lo antes posible, no dejarse estar como si quemarse fuera algo “natural”.
Lo primero que se debe hacer es salir del sol e ir a algún lugar cubierto. Ya en el alojamiento cerrado, habrá que tomar baños fríos frecuentes para ayudar a aliviar el dolor.
Luego, es necesario aplicar una crema hidratante para aliviar la sequedad. El aloe vera o la soja ayudan a calmar el dolor y el ardor de la piel quemada.
Una quemadura solar extrae líquido hacia la superficie de la piel y la aleja del resto del cuerpo, razón por la cual beber agua adicional cuando alguien está quemado por el sol ayudará a prevenir la deshidratación.
Si la piel tiene ampollas, eso implica que la quemadura solar es de segundo grado, es decir, más seria. Jamás hay que reventar las ampollas, porque se forman para ayudar a sanar la piel y la protege contra las infecciones.
Mientras siga la quemadura, hay que cubrir la piel cuando se está al aire libre y no exponerse en traje de baño o dejando la zona quemada al descubierto hasta que la misma esté curada.
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Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.