La enfermedad se asocia con la presencia de vinchucas, pero en la actualidad la transmisión congénita de madre a hijo durante el embarazo es una forma de contagio frecuente. Por ley, es obligatorio realizar la prueba de Chagas a toda persona gestante y bebés recién nacidos.
El Chagas, la enfermedad tropical considerada desatendida o “enfermedad de la pobreza” no es sólo un problema de vinchucas. Existen varias formas de contagio Chagas: la más común se produce por el contacto con las heces de la vinchuca, vector de la enfermedad, que al picar a la persona defeca muy cerca y, si el insecto está infectado con el Trypanosoma cruzi, contamina el área favoreciendo la infección del humano.
El segundo modo de contagio más importante es la transmisión congénita de madre a hijo durante el embarazo, pero se podría revertir con 30 días de tratamiento, si se detecta a tiempo mediante un análisis de sangre al bebé.
Existen también contagios poco frecuentes como la ingesta de alimentos que tuvieron contacto con la vinchuca infectada, la donación de órganos de pacientes infectados o por accidentes de laboratorio al estudiar el parásito.
Avances farmacológicos
Los tratamientos farmacológicos han logrado grandes avances, frenando por completo la transmisión congénita y evitando costosos tratamientos en el medio plazo. En la fase crónica de la enfermedad, un tratamiento antiparasitario puede frenar o prevenir su progresión y se puede curar si el tratamiento se administra al poco tiempo de producirse la infección.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una meta de eliminar la enfermedad de Chagas como problema de salud pública global en el año 2030, y en la Argentina aún hay mucho por hacer para controlar una enfermedad que ha sido una de las más desatendidas.
Esta patología afecta en el mundo a entre 6 y 8 millones de personas, según datos de la OMS. El 20% se encuentra en la Argentina: afecta a más de 1,5 millón de personas. Y, a su vez, 7 de cada 10 argentinos que viven con Chagas no lo sabe porque no tienen diagnóstico.
Argentina es el país con mayor prevalencia de esta enfermedad, con un 4% de la población nacional infectada -principalmente del ámbito rural- y 2.000 bebés que nacen cada año con el parásito.
Una esperada reglamentación
A través de los insectos conocidos como vinchucas o chinches infectadas con el parásito Trypanosoma cruzi. La enfermedad se transmite cuando la persona se rasca sobre la picadura e introduce las heces del insecto infectado en la herida; así también pueden introducirse a través de las mucosas de los ojos o la boca.
En el caso del contagio de las personas con capacidad de gestar, la Ley Nacional 26.281, de “Prevención y Control de Todas las Formas de Transmisión de la Enfermedad de Chagas, reglamentada en abril pasado, 15 años después de ser sancionada, establece la obligatoriedad de realizar los análisis de Chagas dentro de los controles del embarazo en todo el país a toda persona gestante y bebés recién nacidos, y niñas y niños de 6 y 12 años de acuerdo con las condiciones epidemiológicas vigentes.
Embarazo y Chagas
Los especialistas reunidos en la Coalición Global de la Enfermedad de Chagas –fundada por organizaciones de países como España, Suiza, Bolivia, Estados Unidos y la Argentina– señalan que el hecho de tener Chagas no impide que se tenga un desarrollo normal del embarazo.
De todas maneras, los expertos aclaran que es muy importante que la persona gestante que presente Chagas realice controles y siga estrictamente las indicaciones del médico, ya que una madre afectada puede trasmitir la enfermedad a su hijo durante el embarazo o durante el parto.
Se calcula que el riesgo de transmisión de madre a hijo es entre un 3% y un 5 %. Es conveniente hacer la prueba tras el nacimiento y, en caso de que sean negativas, repetirla al cabo de nueve meses. En caso positivo, entonces se tendrá que empezar el tratamiento farmacológico ya que, hasta el primer año de vida, gracias al tratamiento específico, se consigue una curación completa.
Las madres también pueden ser tratadas, pero hay que esperar hasta después de la lactancia, ya que el tratamiento no se recomienda en embarazadas y lactantes.
Y algo muy importante: el Chagas no se transmite a través de la leche materna, por lo tanto, las madres con Chagas pueden dar el pecho a sus bebés sin ningún riesgo.
Fuentes: Coalición Global de la Enfermedad de Chagas, Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud (OPS), Ministerio de Salud de la Nación, Informe Weber.