Si bien es un tumor poco frecuente y de buen pronóstico, tiene alto impacto emocional porque afecta generalmente en la juventud. A qué signos prestar atención.
Aunque en Argentina el cáncer masculino más frecuente es el de próstata, con una tasa de 42 casos cada 100.000 varones, no es el único tumor que los afecta exclusivamente. Cada año, entre 3 y 6 hombres cada 100.000 habitantes sufren cáncer de testículo.
Es un tumor poco frecuente, pero genera un fuerte impacto clínico y emocional en los pacientes y su entorno, ya que por lo general se presenta en la adolescencia y la juventud. No obstante, detectado a tiempo y con el tratamiento adecuado, la supervivencia es mayor al 90%.
Para lograr una detección temprana, se recomienda consultar al médico si el paciente encuentra un bulto o agrandamiento en un testículo, si siente dolor o molestia tanto en el testículo como en el escroto, o también si hay pesadez en el escroto, o dolor o bultos en la zona de la ingle. Otros síntomas posibles de cáncer de testículo son el dolor en el abdomen o en la espalda, y agrandamiento o sensibilidad en las mamas.
Causas y tipos
La mayoría de los casos de cáncer de testículo se inicia en las células germinativas, que son las que producen espermatozoides inmaduros.
Se desconoce qué lo causa, pero hay algunos factores de riesgo:
- Testículos no descendidos. Quienes tienen un testículo que no descendió al escroto antes del nacimiento tienen un riesgo más elevado de cáncer testicular, aunque les hayan hecho una corrección quirúrgica.
- Desarrollo testicular anormal. Estas afecciones también pueden aumentar el riesgo.
- Antecedentes familiares.
- Edad. Si bien puede ocurrir a cualquier edad, se presenta mayormente entre los 15 y los 35 años de edad.
- Etnia. Es más frecuente en hombres blancos.
Existen dos grandes tipos de tumores testiculares:
- Seminoma: el cáncer está en los testículos, pero se puede propagar a los ganglios. Es de crecimiento lento y ocurre normalmente entre los 40 y 50 años de edad.
- No seminoma: es el más común y crece más rápido. Son identificados en subtipos según las células que los componen: coriocarcinoma (escaso), carcinoma embrionario, teratoma y tumor de saco vitelino.
Autoexamen testicular
Es importante que los hombres conozcan sus genitales para poder detectar tempranamente cualquier anomalía. Algunos profesionales recomiendan que, como las mujeres se hacen un autoexamen mamario, también los hombres realicen un autoexamen testicular.
No se estudió lo suficiente para determinar la incidencia de este examen en la reducción de la mortalidad, por lo cual la decisión es personal de cada hombre. No obstante, no hay ningún riesgo asociado a esta práctica y puede contribuir a tener un mejor conocimiento de las características del propio cuerpo y a distinguir una potencial situación que merezca ser evaluada por el médico.
El autoexamen testicular se recomienda una vez al mes. Es aconsejable hacerlo en un ambiente cálido para que se relaje la bolsa escrotal, por eso se sugiere realizarlo durante o después de la ducha. Hay que colocar los pulgares sobre la parte superior del testículo (se examina uno por vez), con el dedo índice y el mayor de cada mano detrás y hacerlo girar entre los dedos.
Al palparse, un testículo puede estar más bajo o más grande que el otro. En invierno, están más cerca del cuerpo y en verano más descendidos. El testículo debe sentirse firme, pero no duro. También se debe sentir un cordón blando (el epidídimo) que puede doler un poco al apretarlo fuerte.
En el autoexamen, hay que estar atento al detectar bultos o protuberancias en el frente o los costados, incluso si son muy pequeñas. En caso de hallarlas, consultar al médico.
Instituto Nacional del Cáncer, Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., Sociedad Americana del Cáncer, Hospital Italiano de Buenos Aires, Hospital Alemán de Buenos Aires, Mayo Clinic.