Al obtener la información química y genética de cada paciente, los médicos pueden contar con un perfil más preciso que permita elegir la terapia que mejor resultado obtendrá.

En Argentina, cada año se diagnostican más de 21.000 casos de cáncer de mama y en ese mismo periodo mueren unas 6.000 mujeres. No obstante, detectado a tiempo, el pronóstico para este tipo de cáncer es alentador, ya que los tumores de menos de un centímetro tienen hasta el 90% de probabilidades de curación. En ese sentido, una vez detectado el tumor, es muy importante estudiarlo en detalle para determinar qué características tiene para que el médico pueda indicar el tratamiento que será más eficaz para ese perfil específico.

En primer lugar, debe determinarse dónde comenzó el tumor. El más frecuente es el carcinoma ductal, que se forma en los conductos mamarios, pero también puede ser un carcinoma lobular (de los lóbulos productores de leche) o, lo menos frecuente, un sarcoma que se origina en los tejidos conectivos.

El análisis patológico al microscopio permite determinar el aspecto de las células cancerígenas y, a partir de las diferencias con las células normales, el grado del cáncer.

Sin embargo, se puede profundizar mucho más en la investigación de las características del tumor. Como suele decirse, el cáncer de mama no es solo uno, y al identificar exactamente sus particularidades hormonales y genéticas se puede personalizar el tratamiento y mejorar sus resultados potenciales.

El rol de las hormonas

El cuerpo de la mujer produce naturalmente estrógeno y progesterona, dos hormonas que circulan por el cuerpo. En alrededor de dos de cada tres casos, las células del cáncer de mama tienen receptores en su exterior que les permiten captar las hormonas. Los tumores pueden clasificarse así según cómo sea su sensibilidad a las hormonas:

  • Receptor de estrógeno positivo: tiene receptores que le permiten usar la hormona estrógeno para crecer.
  • Receptor de progesterona positivo: los receptores se unen a la progesterona para crecer.
  • Receptor hormonal negativo: no tiene receptores hormonales.

En los dos primeros casos -que por lo general son más frecuentes en mujeres posmenopáusicas- se aplica un tratamiento endocrino para bloquear las hormonas en el cuerpo y así evitar que los receptores del tumor se unan a ellas y el tumor crezca.

El HER2

Esta sigla identifica el receptor 2 del factor de crecimiento epidérmico humano, un gen que produce una proteína que se encuentra en la superficie de todas las células que las mamas y que interviene en su crecimiento normal. Pero en ciertos casos, el HER2 muta y produce en exceso la proteína HER2, con lo cual las células crecen más rápido y el tumor también lo hace. Se estima que una de cada cinco mujeres con cáncer de mama tienen una sobreexpresión de esta proteína.

Actualmente, existen terapias que anulan esta proteína y reducen el crecimiento de las células cancerosas. El análisis para establecer si un tumor es HER2 positivo se hace sobre la muestra tomada en la biopsia y en estas pacientes las terapias dirigidas pueden reducir el tumor con pocos efectos secundarios. No obstante, estos tratamientos no son efectivos para las pacientes HER2 negativas; de allí la importancia de determinar con la mayor precisión a qué tipo de tumor se está atacando.

Subtipos y tratamientos

Al cruzar la información química y genética de un tumor, los médicos pueden ajustar el tratamiento. Según los tipos de cáncer, las terapias que reportan mayores beneficios potenciales.

  • Grupo 1 (luminal A). Tumores positivos para el receptor de estrógeno (ER), positivos para el receptor de progesterona (PR), y negativos para el receptor del factor de crecimiento epidérmico 2 (HER2). Tratamientos hormonales y quimioterapia.
  • Grupo 2 (luminal B). Tumores ER positivos, PR negativos y HER2 positivos. Quimioterapia, tratamiento hormonal y tratamiento dirigido al HER2.
  • Grupo 3 (HER2 positivo). Tumores ER negativos, PR negativos y HER2 positivos. Quimioterapia y tratamiento dirigido al HER2.
  • Grupo 4 (tipo basal o triple negativo). Tumores ER negativos, PR negativos y HER2 negativos. Quimioterapia.

El futuro de la medicina de precisión

Identificar los genes y marcadores es fundamental para delinear la estrategia terapéutica más efectiva para cada paciente, obtener mejores resultados y reducir los efectos adversos.

cancer de mama
Este abordaje para el diagnóstico, tratamiento e incluso prevención se conoce como medicina de precisión o medicina personalizada, y el cáncer de mama es una de las primeras áreas en utilizarlo. Por ejemplo, los análisis genéticos que ayudan a identificar mutaciones en los genes BRCA1 o BRCA2 (que elevan el riesgo de contraer cáncer de mama) pueden ayudar al médico a definir medidas preventivas antes de que se desarrolle el tumor.

La medicina personalizada es uno de los campos con mayores posibilidades para profundizar en la innovación y, de hecho, la industria biofarmacéutica se encuentra permanentemente explorando nuevas líneas de investigación, con lo cual el panorama del tratamiento del cáncer de mama a futuro permitirá ofrecer alternativas para su manejo aún más precisas.

Ministerio de Salud, Mayo Clinic, Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., American Cancer Society, Manual Merck

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