Es la forma de demencia más frecuente en las personas mayores. Fue descripta por primera vez por el neurólogo alemán Alois Alzheimer a principios del siglo XX.

En la enfermedad de Alzheimer, diferentes proteínas forman placas entre las células del cerebro y ovillos dentro de las neuronas, y afectan el funcionamiento del cerebro. Se han probado 100 fármacos para desarrollar tratamientos efectivos, pero la búsqueda aún continúa.

Corría el año 1901 y el médico psiquiatra alemán Alois Alzheimer quedó sorprendido con los síntomas del comportamiento de Auguste Deter, de 51 años. Su paciente sufría la pérdida de memoria de corto plazo y alucinaciones auditivas, y el médico se preguntó por qué. La pregunta pasó a ser su obsesión. Cinco años después, la paciente -que había pasado a vivir en un asilo en Frankfurt- falleció. Alzheimer conservó la historia clínica y estudios de su cerebro y se los llevó a Munich para trabajar en el laboratorio de un pionero de la psiquiatría, Emil Kraepelin.

Al hacer la autopsia del cerebro de la paciente, el médico Alzheimer observó que la corteza cerebral era más estrecha de lo normal y, además, que existían dos tipos de anomalías muy llamativas. Había placas de amiloide, que son depósitos de una proteína entre las neuronas, y ovillos de otra proteína llamada tau. Esas anomalías están asociadas a la reducción de la función de las neuronas.

Presentó el caso de su paciente Auguste en una reunión de psiquiatría, pero la audiencia no estaba muy interesada. En 1910, Kraepelin empezó a hablar de la “enfermedad de Alzheimer”. Pero Alzheimer nunca sospechó que su encuentro con la paciente iniciaría una larga carrera internacional por descubrir las causas y desarrollar tratamientos para la demencia más frecuente.

Alzheimer murió en 1915, y el mundo biomédico lo reconoce no sólo por su original descripción de una enfermedad sino también por ser un modelo de investigador clínico. Estableció estándares para comprender desórdenes neurodegenerativos con una cercana relación clínica con sus pacientes y utilizó herramientas científicas para explicar cómo los síntomas se asociaban a cambios físicos en el cerebro.

Otros investigadores siguieron su búsqueda para comprender de qué se trata la enfermedad. En 1931, los alemanes Max Knoll y Ernst Ruska inventaron el microscopio electrónico, que permitió hacer mejores estudios del cerebro. En 1968, se desarrolló la primera escala de medición para evaluar el deterioro cognitivo y funcional en personas mayores.

A partir de los años setenta, instituciones públicas empezaron a prestarle más atención a la enfermedad de Alzheimer: en los Estados Unidos -por ejemplo- se crea el Instituto Nacional del Envejecimiento, que da apoyo a la investigación sobre el desorden.

Recién en 1976, la enfermedad de Alzheimer fue reconocida como una forma frecuente de demencia, a partir de que el neurólogo estadounidense Robert Katzman publicara un editorial en Archives of Neurology y advirtiera que la enfermedad era un desafío de salud pública. Desde entonces se fue aumentando la concientización sobre la enfermedad en el mundo y se crearon asociaciones de pacientes y familiares, como A.L.M.A en la Argentina en 1989.

Alzheimer 1

Se identificó la proteína beta-amiloide y, más adelante, la proteína tau. Ambas proteínas están relacionadas con el desarrollo de Alzheimer, pero aún hay muchos detalles del proceso de la enfermedad por entender.

En 1987, se puso en marcha el primer ensayo clínico sobre la enfermedad. Desde 1998, se han probado 100 medicamentos, incluyendo una vacuna en ratones. Se han autorizado sólo cuatro medicamentos que pueden ayudar a controlar algunos de los síntomas. Existen numerosos tratamientos y tests de diagnósticos que se están investigando y se encuentran en diversas etapas de los ensayos clínicos.

Se estima que afecta a cerca de medio millón de argentinos y se espera que su incidencia siga en aumento considerando que la gente vive más años, entonces está más expuesta a desarrollar enfermedades de la tercera edad, como esta.

Es importante que se siga investigando para terminar descifrar los mecanismos que desarrollan esta enfermedad, de manera de poder producir tratamientos que permitan frenar o demorar la evolución de la enfermedad.

 

Alois Alzheimer: A Hundred Years after the Discovery of the Eponymous Disorder. Antonio Tagarelli, Anna Piro, Giuseppe Tagarelli, Paolo Lagonia, Aldo Quattrone. Int J Biomed Sci. 2006 Jun; 2(2): 196–204. PMCID: PMC3614590. Informe Mundial sobre Alzheimer 2018: https://www.alz.co.uk/research/worldalzheimerreport2018-spanish.pdf

Últimas publicaciones

Ver Todas
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image
Caeme blog image