A lo largo de más de un año de pandemia, la ciencia fue obteniendo respuestas sobre cuál es la forma de transmisión más frecuente del coronavirus.
La pandemia de coronavirus lleva más de un año y, en este tiempo, la ciencia ha logrado tener algunas certezas sobre el SARS-CoV-2. Cosas que se tenían como ciertas al principio de esta crisis se han ido modificando y, en consecuencia, también las recomendaciones para la población en general. Un ejemplo de esto tiene que ver con la limpieza de superficies y la ventilación aérea como métodos para evitar la transmisión del Covid-19. ¿Qué sabemos hoy de cuál es más eficiente?
La principal vía en que una persona puede infectarse con el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, es a través de la exposición a las gotículas que las personas infectadas expulsan cuando tosen, estornudan, hablan o incluso respiran. Estas pueden ser de dos tipos: las más pequeñas son partículas a menudo de menos de 5 micrómetros que se secan rápido en el aire formando los llamados aerosoles, pueden permanecer suspendidas por horas y viajar según las corrientes de aire. Las partículas más grandes pueden ser inhaladas y también caer sobre las superficies, contaminándolas.
Cómo se contagia el coronavirus
El SARS-CoV-2 se transmite principalmente a través de estas gotas que salen de la boca o la nariz de una persona infectada. El contacto por tocar superficies contaminadas y llevarse luego las manos a las mucosas es posible, aunque menos frecuente de lo que se creía en un principio.
Pero, además, es posible la transmisión aérea, a través de los aerosoles, en determinadas circunstancias:
- En espacios cerrados donde alguien infectado expuso a otras personas o los contagiados estuvieron expuestos poco después de que la persona infectada salió de la habitación.
- La persona que se contagió estuvo expuesta largo tiempo a partículas generadas por otra que estaba cantando o gritando, lo que aumentó la concentración de las partículas en el aire
- Mala ventilación que hizo acumular partículas en el aire.
El Covid y las superficies
Un trabajo publicado a principios de 2020 en el New England Journal of Medicine (NEJM) había analizado cuánto puede llegar a vivir el virus en distintos objetos inanimados:
- Plástico y acero inoxidable: entre 2 y 3 días
- Cartón: hasta 24 horas
- Cobre: hasta 4 horas
Más allá del tiempo de permanencia en la superficie, tienen que darse varias condiciones para que la persona se contagie: como explicó en una nota en The New York Times la científica Linsey Marr, experta en aerosoles en la universidad Virginia Tech, debería haber caído una suficiente cantidad de partículas sobre la superficie para infectarla, que la persona toque esa superficie en el plazo en que el virus aún vive y se lleve además la mano a la boca, al ojo o a la nariz para contagiarse. Es posible, pero no tan frecuente.
Por eso, con el correr de los meses y la mayor evidencia científica, se determinó que la principal vía de transmisión son las gotículas y no los objetos. En consecuencia, los expertos dejaron de hacer hincapié en la recomendación de desinfectar superficies con alcohol al 70% para concentrarse en mantener la distancia social y mejorar la ventilación.
Lavarse las manos correctamente con agua y jabón o con sanitizante sigue siendo recomendable para frenar la propagación del Covid y de otros agentes infecciosos.
Por todo esto, la ventilación de los ambientes es clave y debe tomarse en cuenta también ahora que estamos por ingresar a la época de bajas temperaturas. Estos son algunos consejos para hacerla de manera correcta:
- Ventilar los espacios todo lo que sea posible y de forma continua.
- Abrir puertas y ventanas en extremos opuestos para facilitar la corriente de aire.
- En autos y colectivos, abrir ventanillas de la parte delantera y algunas de la trasera para que el aire circule.
- Los ventiladores pueden usarse para favorecer una mayor corriente, pero siempre dejando puertas y ventanas abiertas.
- Si se utilizan ventiladores, evitar que el aire vaya directo de una persona a otra.
- No utilizar aires acondicionados tipo split ni ozonificadores.
Ministerio de Salud de la Nación, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., The New York Times