Con la atención de las enfermedades no transmisibles afectada, es fundamental que los pacientes cumplan con las indicaciones de su médico.
El impacto que el coronavirus está teniendo en todo el mundo es mayúsculo. No sólo por la emergencia en sí misma, sino por cómo está afectando en la prevención y el tratamiento de las enfermedades no transmisibles. Por eso, en este contexto es fundamental que los pacientes mantengan la adherencia a sus tratamientos, para evitar consecuencias que pueden ser graves.
Una encuesta reciente de la Organización Mundial de la Salud entre los países miembros arrojó un panorama muy preocupante. El 64% de los países en fase de transmisión comunitaria vio interrumpidos o afectados los servicios de control de la hipertensión arterial, el 62% vio afectada la atención de la diabetes, y el 54%, del cáncer.
En Argentina, los datos también son alarmantes. Sendos informes realizados por la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), la Federación Argentina de Cardiología (FAC) y el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) por un lado, y la Comisión de Directores Médicos (CEDIM) de la Asociación de Clínicas y Sanatorios (ADECRA) por el otro, indicaron una reducción de alrededor del 60% en las internaciones por cuadros coronarios, angioplastías y cirugías de bypass, y del 16% en los tratamientos de quimioterapia. Otra encuesta entre médicos llevada adelante por la consultora Fine Research mostró que el 40% de los pacientes con problemas cardíacos, cáncer, HIV, diabetes, enfermedades respiratorias o autoinmunes no están pudiendo sostener la adherencia correcta a su tratamiento.
Beneficios individuales y colectivos
Este contexto, sumado a la demanda sobre los sistemas sanitarios por la atención de la pandemia, pone en foco un tema central: la adherencia al tratamiento médico. Más que nunca, es importantísimo que los pacientes cumplan con las indicaciones de su médico para el tratamiento, ya sea una terapia farmacológica y/o indicaciones respecto del estilo de vida para poder controlar su enfermedad. Cumplir con la prescripción redunda, en primer lugar, en un beneficio claro para el paciente porque no sólo contribuye al éxito del tratamiento sino que puede evitar recaídas.
Sin embargo, que la población tenga o no una buena adherencia influye también en todo el sistema sanitario, ya que si las enfermedades no transmisibles están mejor controladas, hay menor cantidad de atenciones de urgencia y de hospitalizaciones por esta causa.
Varios estudios demostraron estos efectos en distintas patologías crónicas. Con un paciente al 80-100%, el ahorro promedio en costos sanitarios totales es del 29% en la hipercolesterolemia, 27% en diabetes, 9% en insuficiencia cardíaca y 7% en hipertensión. Por cada dólar invertido en medicación para estas patologías se ahorran en promedio en costos sanitarios 4 dólares en las enfermedades cardiovasculares, 5,1 en la hipercolesterolemia y 7,1 en diabetes. Y en el caso de los pacientes con tres o más enfermedades, el ahorro es hasta siete veces mayor que en quienes tienen una o dos.
El valor social del medicamento, Fuente: Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), Federación Argentina de Cardiología (FAC), Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados, Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio, Página 12.