Las vacunas constituyen uno de los principales hitos de la innovación farmacéutica. Previenen más de 20 enfermedades potencialmente mortales y se estima que evitan entre 3,5 y 5 millones de muertes por año en todo el mundo.

A lo largo del tiempo, permitieron reducir de forma drástica la incidencia de enfermedades graves como poliomielitis, hepatitis A, sarampión o tétanos neonatal. En los últimos años, la incorporación de nuevas vacunas como las de COVID-19, dengue o virus sincicial respiratorio reafirma el rol central de la innovación en la mejora continua de la salud pública.

Su evolución a lo largo del tiempo:

2023

Con una eficacia del 80%, la nueva vacuna contra el dengue es clave para prevenir formas graves y hospitalizaciones, y ampliar la cobertura en zonas de alta circulación del virus.

La primera vacuna contra el VSR logró reducir en más de un 60% las hospitalizaciones en menores de seis meses. Representa un avance clave para proteger a los recién nacidos durante una etapa de alta vulnerabilidad.

2020

Con más de 38 millones de personas vacunadas, las vacunas contra el COVID-19 fueron clave para reducir casos graves y muertes en Argentina. Son el resultado de un esfuerzo científico y sanitario global sin precedentes.

2019

El desarrollo de la primera vacuna preventiva contra el ébola marcó un antes y un después en la respuesta a brotes epidémicos. Por su eficacia comprobada, es una herramienta clave en zonas de alto riesgo.

2017

Con una eficacia superior al 90%, esta vacuna representa una herramienta clave para prevenir complicaciones severas y mejorar la calidad de vida en adultos mayores y personas inmunocomprometidas.

2013

La vacunación logró reducir en un 30% los casos graves y mortales de malaria en niños, contribuyendo a disminuir la mortalidad infantil en regiones con alta transmisión.

2006

La vacunación contra el VPH logró reducir de forma significativa las infecciones persistentes por tipos oncogénicos, responsables del 70% de los casos de cáncer de cuello uterino.

2000

La vacuna hexavalente mejora las coberturas, simplifica los esquemas y previene enfermedades graves con una sola aplicación. Es clave para proteger a los bebés desde los primeros meses de vida.

1999

La vacunación con vacunas meningocócicas conjugadas logró reducir drásticamente la incidencia de meningitis y mortalidad infantil, especialmente en lactantes y niños pequeños.

1998

La vacunación contra el rotavirus previene más del 90% de los casos graves de diarrea infantil y reduce significativamente la mortalidad por deshidratación en menores de cinco años.

1992

La vacunación contra la hepatitis A logró reducir casi a cero los casos graves y muertes infantiles por hepatitis fulminante en contextos donde se implementó una estrategia de dosis única.

1991

La vacunación redujo drásticamente la fiebre hemorrágica argentina en zonas endémicas y protege a poblaciones rurales vulnerables. Es clave para prevenir brotes y disminuir la mortalidad.

1990

La vacunación con dTpa mantiene una alta eficacia frente a difteria, tétanos y tos ferina. Su formulación acelular permite una mejor tolerancia y refuerza la protección en distintas etapas de la vida.

1985

La vacunación contra Hib redujo en más del 90% los casos graves en menores de 2 años. Su inclusión en la pentavalente refuerza la protección temprana en la infancia.

1981

La vacunación contra la hepatitis B permitió reducir significativamente la transmisión del virus. Su aplicación desde el nacimiento es clave para prevenir formas crónicas y sus complicaciones a largo plazo.

1977

La vacunación neumocócica redujo significativamente los casos de neumonía, meningitis y sepsis en niños menores de 5 años y adultos mayores, disminuyendo la mortalidad y las hospitalizaciones.

1974

La vacunación contra la varicela permitió reducir en más de un 35% los casos anuales reportados en la infancia, disminuyendo también las complicaciones graves asociadas.

1969

La vacunación masiva eliminó la transmisión endémica de rubéola en América en 2015 y previno miles de casos de síndrome congénito. Es clave para proteger a personas gestantes y sus bebés.

1967

La vacunación contra las paperas redujo significativamente los casos y hospitalizaciones infantiles, y sigue siendo clave para prevenir brotes en la población pediátrica.

1963

La vacunación contra el sarampión evitó más de 60 millones de muertes en el mundo entre 2000 y 2023, y permitió eliminar la circulación endémica del virus en América.

1955

Gracias a la vacunación, los casos de poliomielitis se redujeron en más del 99% desde 1988, y América fue declarada libre de polio en 1994. Sigue siendo clave para sostener los logros y avanzar hacia la erradicación global.

1945

Cada año, la vacunación contra la influenza permite prevenir millones de contagios, hospitalizaciones y muertes en todo el mundo. Es una estrategia esencial para mitigar el impacto de los brotes estacionales, especialmente en grupos de riesgo.

1940

La vacunación con DTP permitió reducir drásticamente las epidemias de difteria, tétanos y tos ferina, marcando un antes y un después en la prevención infantil de estas enfermedades.

1937

La vacunación contra la fiebre amarilla brinda inmunidad duradera y presenta una eficacia superior al 90% en niños y adultos. Es una herramienta fundamental para prevenir brotes en zonas endémicas y proteger a viajeros hacia regiones de riesgo.

1924

La vacunación contra el tétanos permitió reducir un 90% la mortalidad neonatal y un 81% la mortalidad general entre 1990 y 2015, siendo clave para mejorar la salud maternoinfantil.

1923

La vacunación permitió reducir significativamente los casos de difteria y prevenir complicaciones graves. Es clave para proteger a la población infantil y evitar brotes en contextos de baja cobertura.

1921

La vacunación con BCG previene formas graves de tuberculosis en la infancia, como meningitis tuberculosa y tuberculosis miliar. Es especialmente relevante en regiones de alta carga, donde sigue siendo una herramienta clave de salud pública.

1912

La vacunación contra la tos ferina permitió reducir la mortalidad infantil y sigue siendo esencial para proteger a lactantes y personas vulnerables. Su aplicación oportuna es clave para prevenir formas graves en los primeros meses de vida.

1896

La vacunación contra la fiebre tifoidea permite reducir entre un 50% y 70% la incidencia de la enfermedad en regiones endémicas, siendo clave para prevenir brotes en contextos con acceso limitado a agua segura.

1885

La vacunación post-exposición previene cientos de miles de muertes por rabia cada año, siendo la única forma efectiva de evitar la enfermedad una vez ocurrido el contacto.

1796

Gracias a la vacunación, la viruela fue erradicada en 1980, siendo la única enfermedad humana eliminada en la historia y un hito que transformó la salud global y la inmunización.

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