La cantidad de profesionales en la Argentina está muy por debajo de los estándares aconsejados por organismos nacionales e internacionales. El rol de las universidades e institutos formadores y cuántos egresados deberían registrarse en los próximos años.
El año 2020 fue declarado como el Año de la Enfermería por el Consejo Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Por qué? Porque se cumple el bicentenario del nacimiento de Florence Nightingale, considerada la fundadora de la enfermería actual.
De acuerdo con el informe “Distribución de la fuerza de trabajo en enfermería en la Región de las Américas” de la OMS, “Las estadísticas de los últimos cinco años muestran un déficit mundial de 12,9 millones de profesionales de la salud, de los cuales aproximadamente 4,3 millones corresponden a médicos y enfermeros”.
La falta se incrementa a medida que las poblaciones se alejan de los centros urbanos, y en las regiones y zonas más empobrecidas.
En el caso de los enfermeros licenciados, aquellos que tienen una formación universitaria de entre cuatro y cinco años, hay un enfermero por cada nueve médicos, cuando lo ideal sería que esa relación se diera a la inversa.
Según el Sistema de Información Sanitario Argentino (SISA), que depende del Ministerio de Salud, actualmente hay en nuestro país unos 179.170 enfermeros matriculados: de ese total, 19.730 son licenciados, 73.373 son técnicos y 86.073, auxiliares (estos últimos representan casi el cincuenta por ciento de plantel general).
La Argentina tiene una de las cantidades más bajas de enfermeros por habitante de las Américas (4,24 por cada diez mil personas), y solo se ubican por debajo de ella Honduras, República Dominicana y Haití. En los Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, la relación es 111 y 106 enfermeros por cada diez mil personas, muy lejos de la realidad local.
De acuerdo con las metas de la OMS, la relación médicos/enfermeros debería ser de al menos uno por cada uno, pero en la Argentina ese horizonte está todavía muy lejos: actualmente hay 0,56 enfermero por cada médico.
En 2016 y mediante la Resolución 209, el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación y la Secretaría de Políticas Universitarias, en conjunto con el Ministerio de Salud de la Nación, desarrollaron el Programa de Formación de Enfermería (PRONAFE).
El objetivo del programa es promover y formar enfermeras y enfermeros, fortaleciendo la cantidad y calidad de egresados de la carrera en las instituciones de educación superior y suprimir, de a poco, la condición de auxiliar para aumentar la cantidad de técnicos.
Desde el PRONAFE, se considera que para alcanzar una relación de 6 a 7 enfermeros por cada 10 mil habitantes, una relación un poco más cercana a lo ideal, sería preciso formar a 100 mil enfermeros más en el futuro próximo.
La profesión no sólo debería jerarquizarse, sino que también se debe trabajar sobre la inequidad en la distribución a nivel país. Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba tienen un número importante de enfermeros, lo que va en relación con la cantidad de habitantes.
De modo similar, en Salta y Mendoza hay una cantidad relativamente razonable de enfermeros profesionales mientras que en las provincias del sur predominan los auxiliares.
Actualmente, hay 53 universidades y 212 escuelas técnicas en las que se forman enfermeros: alrededor de 78.000 se encuentran cursando en estos momentos.
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Toda esta información tiene por objetivo contribuir a la concientización y al conocimiento por parte de la comunidad sobre diversos temas vinculados al cuidado de su salud. Sin embargo, bajo ningún punto de vista intenta reemplazar el diálogo médico-paciente, que es uno de los espacios más valiosos para conocer en profundidad sobre éste y muchos otros temas, preservar la salud como estado de bienestar general, prevenir el desarrollo de enfermedades, acceder al adecuado diagnóstico de determinados cuadros e iniciar el tratamiento que el profesional de la salud sugiera y consensue con el paciente.