Esta transformación puede reducir las grandes brechas en la región, ayudar a la sustentabilidad y mejorar la atención para los pacientes.

El comercio, la industria, los trámites, los bancos, los viajes y hasta la educación se aggiornaron a la digitalización. Pero en Argentina, como en América Latina en general, en el sector de la salud los cambios son algo más lentos y llevan tiempo, lo que en algunos casos genera ineficiencias y mayores costes, pero también puede perjudicar la atención médica de los pacientes. 

Sin embargo, en esta falencia existe una enorme oportunidad. Aprendiendo de los ejemplos de salud digital que han dado resultados en el mundo y entendiendo las particularidades de su idiosincrasia, nuestra región puede emprender un camino transformador que redunde en una mejora de la calidad y de la sustentabilidad de sus sistemas sanitarios. 

El desafío de la salud digital es urgente. La pandemia de coronavirus explicitó la importancia de adoptar herramientas digitales y -de hecho- una de ellas, la telemedicina, es la que permitió sostener la atención médica en los momentos de mayor aislamiento. 

Cambiar completamente un sistema sanitario no es una tarea sencilla ni rápida. Pero no se debe perder tiempo ni oportunidades sino comenzar ese proceso con una visión holística y de largo plazo en la que se puedan ir cumpliendo objetivos concretos, como señala un informe reciente del Banco Interamericano de Desarrollo titulado, justamente, “La gran oportunidad de la salud digital en América Latina y el Caribe”.

Salud digital: más que la historia clínica electrónica

Cuando hablamos de salud digital, hay algunos conceptos que deben diferenciarse:

  • Digitalización: es el proceso mediante el cual la información se pasa de un formato análogo o físico a uno digital mediante el uso de una herramienta digital. El objetivo de este procedimiento es que esa información pueda ser procesada, almacenada y compartida en equipos y redes digitales. 
  • Tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC): son el conjunto de herramientas que permiten recopilar, procesar, almacenar y compartir información. Pueden ser equipos, programas informáticos, redes o aplicaciones. 
  • Transformación digital (TD): es el proceso por el cual, a través de las tecnologías, se cambian la forma de pensar una organización o un sector, así como también las reglas de participación, formas de trabajo y los modos de interactuar. En la TD intervienen tres elementos clave: las personas y la cultura social; la misión, los procesos y la cultura de trabajo; y las tecnologías informáticas y manuales. 

La transformación digital, se aplique en el área que se aplique, debe buscar agregar valor a ese ecosistema y a sus usuarios: no basta con utilizar una TIC, sino que se debe repensar todo el mindset. Por eso, hablando de la salud, digitalizar una historia clínica no alcanza para hacer una transformación digital, sino que todos los procesos deben rediseñarse. 

Qué es la salud digital

La necesidad de la transformación digital de la salud en América Latina no tiene que ver con una moda, sino con una necesidad concreta. La nuestra es una de las regiones más desiguales del planeta. Y, en salud, la tecnología es una oportunidad para reducir esas desigualdades sociales y mejorar el acceso de sectores sociales más postergados. 

Como releva el BID a partir de diversidad de estudios e informes, la salud digital tiene beneficios concretos avalados por la evidencia:

  • Mayor acceso a la atención médica. La telemedicina posibilita el acceso a médicos y especialistas a pacientes en áreas remotas o que tienen problemas de movilidad, ahorrándoles además tiempo y costos de traslado. 
  • Menos errores médicos. Una revisión de 47 estudios asoció a los sistemas de historia clínica electrónica con un menor número de errores médicos y en la medicación. El tener a mano todos las imágenes y protocolos de los pacientes permite tomar mejores decisiones. Las recetas electrónicas también disminuyen errores de legibilidad. Y los sistemas computarizados para la toma de decisiones facilitan a los profesionales recibir alertas o recordatorios que apoyan su trabajo. 
  • Pacientes más empoderados. Tener acceso a su historia clínica personal le brinda al paciente acceso oportuno a su información y mayor transparencia. La historia clínica electrónica también facilita el uso de mensajería de WhatsApp o texto para mensajes de seguimiento a los pacientes, muy importantes en el caso de quienes tienen patologías crónicas. Los dispositivos móviles y wearables brindan un mayor autocontrol a los pacientes y la salud móvil mejora la adherencia a los tratamientos. 
  • Reducción de costos. Con los sistemas de gestión de datos disminuye el tiempo dedicado a tareas administrativas, a buscar resultados de exámenes u otra información necesaria para la toma de decisiones. La historia clínica electrónica reduce un 22% el tiempo dedicado a llenar el historial del paciente. Con el uso de la telemedicina, también se demostró que se reducen los tiempos de diagnóstico y que se maneja más rápido y mejor al paciente. 
  • Mejor control a nivel organizacional. La integración de la información de los pacientes puede apoyar la coordinación dentro de los sectores público y privado, segmentar poblaciones para establecer políticas públicas específicas, mejorar la gestión de las organizaciones y también mejorar las capacidades de vigilancia de salud pública.
  • Apoyo a la investigación clínica. El uso secundario de los datos de salud provenientes de las historias clínicas electrónicas puede facilitar estudios de investigación que requieran de muestras de gran tamaño o estudiar a una población específica. 
  • Aporte a la sostenibilidad. La salud digital contribuye al medio ambiente al reducir el gasto de papel y radiografías. La telemedicina permite disminuir el uso de combustibles y la generación de emisiones al reducir viajes y uso de instalaciones. 

Salud digital: hoja de ruta

Para que una transformación digital sea exitosa, debe contemplar seis dimensiones claves:

  1. Gobernanza y gestión: es el marco -los procesos e instituciones- para que todos los partícipes del sistema nacional de salud trabajen de manera coordinada. 
  2. Personas y cultura: debe tener en cuenta la adopción de las capacidades digitales tanto por parte del personal de salud como de la ciudadanía.
  3. Política y práctica de salud informadas: uso de la información para el cumplimiento de las funciones de rectoría del sistema sanitario.
  4. Infraestructura: la tecnología informática requerida (dispositivos, almacenamiento y conectividad).
  5. Infoestructura: los componentes necesarios para desarrollar los procesos (interoperabilidad para compartir datos y mecanismos de seguridad para preservarlos).
  6. Aplicaciones y servicios digitales del sector: las aplicaciones informáticas necesarias para mejorar la atención de la salud (historia clínica electrónica, inteligencia artificial y aplicaciones de telemedicina).
Salud digital

Como con un paciente que tiene una enfermedad, señala el BID, es imprescindible realizar una prueba diagnóstica que nos permita definir el tratamiento. Entonces, el primer paso es entender dónde estamos para definir a dónde queremos llegar. “Otro requisito importante en la dinámica de discusión es el enfoque inicial en objetivos, sin detenerse en los obstáculos”, marcan sus especialistas. La visión tiene que crearse a partir de las metas, no de las limitaciones. 

Para llevar adelante el proceso, se requiere una hoja de ruta. Y, al elaborarla, “es necesario comprender que su proceso es iterativo y permitir modificaciones a medida que el contexto avance, se concreten metas y se cumplan objetivos”. 

“La visión holística y el tiempo requerido para concretarla e implementarla son obligatorios, pero también es necesario y posible materializar logros y resultados de impacto a corto plazo”, apunta. 

El desafío está planteado. La transformación digital ya no es una opción sino una obligación y no se contrapone con los gastos crecientes y la necesidad de eficiencia fiscal que tienen los gobiernos latinoamericanos hoy, sino todo lo contrario. Porque cuando la digitalización rediseña realmente el sistema a través de una transformación digital, se reducen las ineficiencias y, en consecuencia, los costos. Además, por supuesto, del objetivo central: brindarles a los ciudadanos más y mejor salud

Ideaton Salud 2022 | Transformación Digital

Ideatón Salud es un concurso de ideas y proyectos impulsado por CAEME como espacio de trabajo colaborativo para generar propuestas innovadoras para el ámbito de salud.

Convocatoria abierta hasta el 07 de agosto, participa en ideatonsalud.ar

Fuente: La gran oportunidad de la salud digital en América Latina y el Caribe, Banco Interamericano de Desarrollo

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